En la región de los Laurentides, una zona montañosa en el sur de Quebec, se encuentra la pequeña localidad de Morin-Heights. A solo una hora de Montreal, la principal ciudad de Quebec, es muy popular por sus estaciones de esquí y senderismo y por una vibrante escena cultural, que atraen a muchos visitantes durante los meses de invierno y verano. Justo en este atractivo lugar, se encuentra una bonita casa que ha recibido el nombre de Schnee-Eule, que se inspira en la arquitectura alpina austriaca y destaca por su color blanco. Tanto es así que, en realidad, su nombre es “la palabra alemana para el búho nival, un ave rapaz blanca, particularmente bien adaptada al invierno”.
Diseñado por el estudio canadiense L’ Abri, durante el desarrollo del concepto se le dio gran importancia a una planta cuadrada compacta que permite limitar la huella de la propiedad. El volumen vertical anida los dormitorios del piso superior en las copas de los árboles. El volumen vertical anida el nivel superior entre las copas de los árboles y recluye las áreas más privadas en la parte superior. Grandes ventanas de vidrio en toda la estructura permiten vistas del frondosa bosque y distribución de luz natural en todas las zonas.
El revestimiento de madera blanca, instalado verticalmente, camufla la residencia en el paisaje invernal del bosque de Morin-Heights. Las subdivisiones horizontales del volumen junto con el techo a dos aguas con sus grandes voladizos recuerdan a las cabañas alpinas tradicionales. Los espacios habitables y las áreas al aire libre se combinan a la perfección a través de una amplia terraza y una galería protegida, orientada al sur, lo que permite una transición suave entre las zonas.
Atendiendo a las necesidades de los usuarios para actividades al aire libre, el equipo de diseño dispone de un cuarto de material habilitado en la planta inferior que facilita el acceso directo a las pistas de esquí de fondo y ciclismo de montaña. El diseño interior reúne una estufa de leña que realza el ambiente cálido de la sala de estar. Los accesorios y muebles personalizados hechos a medida por el taller de ebanistería Inat en Montreal, como el nicho de lectura en el dormitorio principal, completan el diseño, mientras que los grandes ventanales regulan las vistas y la distribución de la luz solar en todo el espacio.
Un último aspecto a destacar es el valor que se le ha dado a las actividades deportivas y al aire libre. “Siendo las actividades al aire libre el corazón de la vida familiar de los clientes, se ha instalado un gimnasio en el nivel del jardín para proporcionar acceso nivelado a las pistas de esquí de fondo y ciclismo de montaña. Una amplia terraza y un porche cubierto, orientados al sur, permiten una transición suave entre las salas de estar y el exterior”, explican desde el estudio.