El ministerio de Hacienda de Brasil ha revisado a la baja el crecimiento de la economía brasileña, con una expansión prevista del Producto Interior Bruto (PIB) en 2023 del 1,6% frente al 2,1% que se estimaba en noviembre del año anterior.
Según el mismo informe dado a conocer este viernes, las perspectivas de crecimiento para el año 2023 también han sido modificadas, pasando de una expansión del 2,5% al 2,3%.
Esta reducción obedece a los efectos restrictivos que está teniendo la política monetaria sobre la actividad económica, así como los efectos que pueda tener la desaceleración de otros países, principalmente Estados Unidos.
Por su parte, el Gobierno brasileño contempla una caída de la reducción muy moderada, ya que espera que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) cierre el año en el 5,3% interanual. Actualmente, teniendo en cuenta el último dato conocido del mes de febrero, la inflación se encuentra en el 5,5%, por lo que la moderación de los precios será muy lenta.
Previamente, en su informe de noviembre, el ministerio preveía que los precios descenderían al 4,6% al final de 2023. De cara a 2024, el índice se situaría en el 3,5% y no sería hasta 2025 cuando la inflación alcance la meta del 3%. Previamente, en noviembre, se calculaba que esta cifra sería ya lograda en 2024.
Entre los motivos para esta revisión al alza se encuentra el aumento en la proyección de la evolución de los precios, a pesar de las caídas moderadas de ciertos bienes de alimentación o industriales.