El Banco Central de Brasil sube tipos por miedo a la inflación

Por Redacción

El Comité de Política Monetaria del Banco Central de Brasil decidió por unanimidad en su última reunión de política monetaria subir los tipos de interés en 75 puntos básicos, hasta el 2,75%, una acción que la institución no emprendía desde junio de 2015.

En consecuencia, los banqueros centrales decidieron iniciar un proceso de reducción del estímulo monetario después del impacto sufrido por la crisis derivada de la contingencia sanitaria.

La subida de 75 puntos básicos en la tasa Selic es más alta que la prevista de 50 puntos por analistas. El comité ha explicado que este mayor ajuste en los tipos de interés contribuirá a reducir la probabilidad de no cumplir con la meta de inflación de este año, además de mantener las expectativas inflacionarias en horizontes de tiempo más largos.

De hecho, el Banco Central asegura que la información de la que dispone sugiere que esta estrategia es compatible con el cumplimiento de la meta de inlfación en 2022, incluso en un escenario de aumento temporal de medidas para frenar el avance de Covid-19.

Para su próxima reunión, salvo que se produzca un cambio significativo en las proyecciones de inflación o en el balance de riesgos, el comité prevé la continuación del proceso de normalización parcial del estímulo monetario con otro ajuste de la misma magnitud, aunque dependerá de la evolución de la actividad económica, el balance de riesgos y las proyecciones y expectativas de inflación

Entre los motivos que explican esta decisión de política monetaria, los banqueros centrales creen que los indicadores recientes de la actividad económica brasileña, en particular los datos del Producto Interior Bruto (PIB) del cuarto trimestre, continúa mostrando una recuperación consistente a pesar de la reducción de programas de ayuda al ingreso diseñados por el Gobierno.

No obstante, la institución es precavida y advierte de que estos datos no abordan los posibles efectos del reciente aumento en el número de casos de Covid-19, por lo que la incertidumbre persiste en las proyecciones de la economía brasileña, especialmente para el primer y segundo trimestre de este año.

En el escenario externo, el instituto emisor se muestra optimista ante la llegada de nuevos estímulos fiscales en algunos países desarrollado y el avance en las campañas de vacunación, lo que debería facilitar una recuperación más sólida de la actividad económica a lo largo del año.

Sin embargo, el Comité entiende que la presencia de estímulos monetarios por parte de bancos centrales persistirá durante algún tiempo, y ha indicado que las dudas sobre el riesgo inflacionario en los mercados han provocado una revalorización de los activos financieros, lo que puede generar un entorno más desafiante para las economías emergentes.

Con respecto a la inflación, la institución ha explicado que la reciente subida en el precio de las materias primas internacionales en moneda local ha afectada a los niveles actuales de inflación, lo que ha provocado nuevos aumentos en las proyecciones para los próximos meses, especialmente por su efecto en los precios de los combustibles.

En este sentido, el comité ha resaltado que pese a la fuerte presión inflacionaria en el corto plazo, las previsiones es que estos choques sean transitorios, aunque permanecerá atento a su evolución.

Las expectativas de inflación para 2021, 2022 y 2023 determinadas por encuestas recientes se sitúan alrededor del 4,6%, 3,5% y 3,25%, respectivamente.

En el escenario básico del Banco Central de Brasil, con una tasa de cambio de 5,7 reales por cada dólar estadounidense, la inflación se ubicará en el 5% en 2021 y en el 3,5% en 2022