El consejo de administración de Renfe ha adjudicado a Stadler Rail la construcción y el mantenimiento de 12 locomotoras eléctricas de gran potencia y ancho estándar por 136,7 millones de euros y por un periodo de 15 años, con plazo límite de entrega en diciembre de 2025.
El proyecto se financiará parcialmente por la Unión Europea, que ha aprobado una subvención de 15 millones de euros en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia Next Generation, según ha informado el operador público ferroviario.
Renfe prevé destinar las locomotoras contratadas al Corredor Mediterráneo, en el que Adif ya está instalando el ancho estándar UIC y lo que va a suponer el aumento de la longitud máxima de los trenes de mercancías hasta 750 metros.
Las locomotoras de gran potencia permitirán a Renfe Mercancías nuevas oportunidades de crecimiento por la posibilidad de incrementar tráficos nacionales e internacionales, lo que implicaría un impacto positivo en la actividad de la compañía.
Se trata de la apuesta de Renfe para la optimización de las nuevas infraestructuras desde el momento de su puesta en servicio, suponiendo una mayor eficiencia en los planes de transporte a través de un consumo energético más ajustado, del uso de energía no contaminante, menor agresividad frente a la vía, bajo nivel de ruidos interiores y exteriores, ausencia de vibraciones, mayor capacidad de carga y mejores niveles de fiabilidad.
Este incremento de la actividad de Renfe Mercancías conllevará unos ahorros de costes por externalidades, puesto que, tal como reconoce la Comisión Europea, el ferrocarril es el modo de transporte de mercancías que menos emisiones contaminantes genera.
Renfe Mercancías ahorró en 2021 a la sociedad 291 millones de euros en costes externos, al evitar la circulación de 2,4 millones de camiones y tras aumentar el empleo de la electricidad de origen renovable certificado y la emisión de carbono nula al 100% del total de energía eléctrica consumida.