Los sacrificios de cerdo alimentados a base de bellota cayeron un 12,6% en la actual campaña de la montanera, lo que supone 86.215 animales menos por la sequía, según ha informado la Interprofesional del Cerdo Ibérico (Asici).
En concreto, según los datos registrados en Ítaca(Sistema de
Identificación, Trazabilidad y Calidad), en la campaña 2022/2023 se han sacrificado 596.274 cerdos de bellota, frente a los 682.489 animales sacrificados en la montanera anterior.
Del total de animales sacrificados, el 86,7% (516.985 animales) se corresponden con cerdos de bellota de Norma de Calidad, y el 13,3% (79.289 animales) con producciones de DOPs.
Este descenso en las cifras viene marcado por la dura sequía sufrida el año anterior que ha provocado una merma en la cantidad de bellota disponible y consecuentemente una reducción en la entrada de cerdos ibéricos en la dehesa para su engorde.
El presidente de Asici, Antonio Prieto, ha señalado que «pese a las dificultades, el sector continúa demostrando su capacidad de adaptación y resiliencia, y su apuesta por la calidad del producto». «Desde la Interprofesional hemos apostado por consolidar el sistema Ítaca, para mejorar la competitividad sectorial, y por reforzar la promoción
de los productos Ibéricos tanto en el mercado nacional, con el refuerzo de los principales canales de comercialización, como en los mercados internacionales, con el objetivo de posicionar los productos Ibéricos y servir de impulso a las empresas del sector en su expansión a nivel
mundial», ha indicado.
De esta forma, del total de cerdos sacrificados en la montanera 2022-2023, el 62,1% corresponden a precinto negro (370.560), bellota 100% Ibérico, y el 37,8% a precinto rojo, correspondiendo el 7% a bellota 75% Ibérico (41.824 animales) y el 30,8% restante (183.886 animales) a bellota 50% Ibérico.
Por comunidades autónomas, en Andalucía se han producido el 48,1% de los animales de bellota de esta campaña (286.777 animales), lo que supone un descenso de los cerdos engordados del 11.15% con respecto a la campaña anterior. Le sigue Extremadura, donde se engordaron el 38.7% (230.468 animales), lo que representa un descenso del 9,7% respecto a los animales del periodo 2021/2022; en Castilla y León se alimentaron el 7,5% de los animales de esta montanera (44.719 animales), lo que arroja un descenso del 19.5%.
Por otro lado, Asici ha presentado los datos de consumo de los productos ibéricos en los hogares españoles. Así, los datos del análisis del mercado de productos ibéricos reflejan que tanto en 2019 como en 2020 se experimentaron fuertes crecimientos del consumo de jamón ibérico en el hogar, incentivados por la pandemia y la obligatoriedad de permanecer en casa.
Esto supuso crecimientos del 12,4% en 2019 con respecto al año anterior, y del 21,8% en 2020 con respecto a 2019. Y con las carnes Ibéricas ocurrió algo similar, el consumo en hogar experimentó crecimientos del 15,3% en 2019 y del 8,3% en 2020.
En 2021, con la vuelta a la normalidad, el consumo en hogar se ha contraído un 7,7% para jamones ibéricos y un 9,1% en carnes, tendencia a la baja que, a la espera de los datos definitivos de 2022, parece
mantenerse.
Por otro lado, se ha recuperado el consumo fuera del hogar con la apertura de la restauración, la llegada del turismo o la vuelta de las celebraciones, lugares donde el Ibérico tiene una gran presencia, lo que permite compensar las recientes caídas de consumo en el hogar tras los fuertes repuntes experimentados durante la pandemia.
Muestra de la recuperación del consumo de ibérico fuera del hogar es que en el primer semestre de 2022 aumentaron un 41,6% las ocasiones en las que se ha consumido jamón ibérico, un registro que aún sigue por debajo de las cifras pre-pandemia.
De esta forma, solo en el primer semestre de 2022, el valor de la
alimentación fuera del hogar aumentó un 25,5%, mientras que dentro del hogar descendió casi un 2%.