Un nuevo informe del Atlas Mundial de Obesidad de la Federación Mundial de Obesidad ha estimado que el 51 por ciento de la población mundial vivirá con sobrepeso u obesidad para 2035 si no se revierten las tendencias actuales.
En concreto, el documento, publicado en el marco del Día Mundial de la Obesidad, que se celebra este sábado 4 de marzo, advierte de que si no se emprenden urgentemente las medidas oportunas, esta situación epidemiológica podría suponer, para el año 2035, un impacto económico total de 4,32 billones de dólares, casi el 3 por ciento del PIB mundial.
Estas nuevas cifras representan un aumento significativo en los niveles actuales y, ante esta situación, la Federación Mundial de Obesidad ha subrayado la necesidad de desarrollar planes de acción nacionales contra la obesidad en todo el mundo, como el Plan Estratégico Nacional para la Reducción de la Obesidad Infantil recientemente aprobado por el Gobierno de España.
Según el Atlas Mundial de Obesidad 2023, más de la mitad de la población mundial tendrá sobrepeso al final del período 2020-2035, y 1 de cada 4 personas vivirá con obesidad en comparación con la tasa actual, que equivale a 1 de cada 7 personas.
Por otra parte, alertan de que la obesidad infantil está experimentando un crecimiento especialmente acelerado. Se espera que se duplique el número de niños que vivirá con obesidad en 2035 hasta alcanzar los 208 millones, y que, por su parte, se incremente esta cifra en un 125 por ciento para las niñas, alcanzando los 175 millones. En total, si no se toman medidas significativas, más de 1.500 millones de adultos y casi 400 millones de niños vivirán con obesidad dentro de 12 años.
«El Atlas de este año es una clara advertencia de que si no abordamos la obesidad hoy, corremos el riesgo de sufrir graves repercusiones en el futuro. Es particularmente preocupante ver que las tasas de obesidad aumentan más rápido entre los niños/as y adolescentes. Si actuamos juntos ahora, tenemos la oportunidad de ayudar a miles de millones de personas en el futuro», ha comentado la presidenta de la Federación Mundial de Obesidad, Louise Baur.
La obesidad a menudo se considera un problema para los países de altos ingresos, donde las tasas son generalmente más altas. Sin embargo, el informe revela que los niveles de obesidad están aumentando más rápidamente en los países de ingresos bajos y medios-bajos, que a menudo son los que tienen menos capacidad de responder a la epidemia y sus consecuencias.
El informe incluye un ránking con 183 países según su nivel de preparación para hacer frente a la obesidad y a las enfermedades no transmisibles (ENT).
Presentado por primera vez en el Atlas 2022, este sistema de clasificación tiene en cuenta las respuestas actuales del sistema de salud de los países a las ENT y su compromiso con la implementación de políticas de prevención de la obesidad. Los 10 países más preparados están en Europa, mientras que 8 de los 10 países menos preparados están en la región africana.
Para 2035, el impacto económico del sobrepeso y la obesidad se estima en más de 370 mil millones de dólares (349 mil millones de euros) al año solo en países de ingresos bajos y medianos bajos.
El informe Atlas se presentará en un evento político el 6 de marzo a altos representantes de la ONU, los estados miembros y la sociedad civil.
«Seamos claros: el impacto económico de la obesidad no es culpa de las personas que viven con la enfermedad. Es el resultado de la incapacidad de reducir la exposición de la población a un entorno obesogénico, de ineficiencias en la atención médica y en los sistemas alimentarios y de apoyo necesarios para vivir una vida feliz y saludable. Abordar estas cuestiones será clave para miles de millones de personas. Esperamos que los hallazgos de este último Atlas convenzan a los altos representantes políticos/as y a la sociedad civil para que tomen medidas y asuman compromisos tangibles para cambiar en sus regiones», ha resaltado la directora ejecutiva de la Federación Mundial de Obesidad, Johanna Ralston.