Uno de los problemas de salud más graves a nivel mundial es la mala alimentación.
El aumento en el consumo de ultraprocesados genera una serie de enfermedades que perjudican severamente el organismo, afectando el aspecto físico y psicológico.
Comer mal produce más probabilidades de contraer diabetes, obesidad e hipertensión arterial. También se ve afectado el sistema inmunológico, con la importancia que tiene hoy en día.
Por estas cuestiones, es fundamental poner en práctica una alimentación saludable. Este es el objetivo que se propone el Centro Médico del Dr. Rafael Torres. Desde su Clínica impulsan una nueva manera de relacionarse con la alimentación, pilar básico en nuestro desarrollo.
Una herramienta para promover la alimentación saludable y sostenible: la producción agroecológica
El mundo está demostrando desde hace varias décadas que el modelo de producción de alimentos vigente ya no es más el común. Con un sistema capitalista que explota permanentemente los recursos del planeta, las posibilidades de adquirir productos 100 % naturales se reducen y las enfermedades aumentan.
Pese a esta reducción en el acceso a una alimentación mucho más saludable y sostenible, desde el Centro Médico del Dr. Rafael Torres impulsan un cambio de paradigma que consiste en llevar un mensaje de concienciación a la población sobre lo que provoca la forma en que los seres humanos se relacionan con los alimentos.
Son cada vez más los estudios e investigaciones que confirman la importancia de llevar a cabo una vida saludable y amigable con el medioambiente para combatir patologías. Esto último se puede lograr implementando una serie de técnicas vinculadas a la manera en la que se llevan los alimentos a la mesa (producción agroecológica o huerta comunitaria y alimentos de km 0). A través de estos procedimientos se obtienen productos frescos que fortalecen la parte física y mental del organismo.
La alimentación saludable mejora enfermedades de estación y algunos trastornos psicológicos
El cerebro humano tiene unas exigencias energéticas altas y tiene unos requerimientos nutricionales muy bien definidos, ya que la alimentación genera una serie de procesos fisiológicos relacionados con los neurotransmisores, tan necesarios para que el cerebro funcione con plenitud.
Es necesario una dieta equilibrada, como podría ser la dieta mediterránea, con un predominio de los pescados, con un elevado contenido en Omega-3 sobre las carnes, comer a diario frutas y verduras de distintos tipos que contienen vitaminas antioxidantes y fibras, consumir cereales integrales que aporten más fibra, tomar un buen aceite de oliva y, por supuesto, limitar el consumo de azúcares refinados y alimentos ricos en grasas saturadas y colesterol.
Un punto fundamental, actualmente, es tener un sueño reparador, por lo cual, hay que tener unos horarios regulares y ordenados para comer y dormir, reservar el dormitorio para el reposo y la intimidad, sin aparatos electrónicos, evitando la cafeína por la tarde y hacer ejercicio de forma regular, sin que sea muy tarde, ya que puede acelerar el metabolismo y perjudicar la calidad del sueño.
Con relación a las enfermedades de estación, al tener el sistema inmunitario en malas condiciones, las defensas se encuentran bajas y, de esta forma, aumentan las posibilidades de contraer infecciones que provocan enfermedades. Llevando una buena alimentación alejada de los ultras procesados e incorporando frutas, verduras y proteínas diariamente, las defensas se mantienen fuertes evitando las posibilidades de padecer malestares generales y síntomas gripales. Además, todo lo dicho anteriormente para las enfermedades psicológicas nos puede ayudar en estas enfermedades infecciosas predominantemente del sistema inmunitario, tanto de la alimentación como de los hábitos de vida sobre el sueño, ejercicio y forma de relacionarnos con la naturaleza.
Con más de 35 años de experiencia en Medicina Integrativa, el Centro Médico Dr. Rafael Torres busca establecer tratamientos preventivos contra enfermedades, recomendando para cualquier caso la alimentación saludable. Los profesionales de la Clínica centran sus atenciones en tres dimensiones: física, psíquica y emocional.