Minsait, una compañía de Indra, ha desarrollado proyectos en Cáceres y en los Museos Vaticanos que se han convertido en referentes de la transformación del turismo para impulsar la recuperación de la actividad gracias a la digitalización.
Según la empresa, ambos proyectos son exponentes de cómo se pueden atraer más visitantes y gestionar de forma «productiva, segura y sostenible» los recursos de los destinos turísticos y espacios culturales a través de la tecnología.
«Si creamos destinos turísticos inteligentes y aprovechamos la visibilidad que nos brinda nuestro posicionamiento, podremos fortalecer la posición exportadora de nuestra economía en grandes proyectos de transformación de ciudades, territorios y destinos turísticos», ha explicado el director de Estrategia de Gobierno y Territorios de Minsait, Alberto Bernal.
Para Minsait, la pandemia ha dejado patente que la transformación digital es el único camino posible para adaptarse con inmediatez a las necesidades y nuevos perfiles de los visitantes, garantizar la seguridad de los espacios y destinos turísticos y establecer modelos de gestión del patrimonio artístico y cultural más eficientes.
En este escenario, Italia es otro de los países europeos que, junto a España, se ha visto obligado a reinventar la gestión de sus destinos turísticos y del patrimonio artístico y cultural debido al importante peso que tiene este sector en su Producto Interior Bruto (PIB).
«La base común en los proyectos de «Cáceres Patrimonio Inteligente» y los Museos Vaticanos es la implantación de soluciones y tecnologías digitales gestionadas por plataformas inteligentes que permiten compartir la información entre todos los agentes de la cadena de valor con el fin de ofrecer a los usuarios experiencias más atractivas y seguras que permitan atraer más visitantes e impulsar las economías locales respetando el entorno», señala Bernal.
Para el experto, son seis los ámbitos en los que el sector turístico y cultural debe elevar su apuesta tecnológica para impulsar su recuperación. Estos son las aplicaciones móviles, redes sociales, chatbots, Internet of Things (IoT), gamificación y, especialmente, la analítica avanzada para generar inteligencia competitiva.
Además, considera que la gestión de los espacios será «otro factor determinante en el contexto pospandémico», donde pueden marcar la diferencia elementos como la incorporación de sistemas digitales y multimedia de avisos para guiar a los visitantes hacia las salidas de emergencia o evitar aglomeraciones para garantizar la distancia social.
CÁCERES, MODELO DE DESTINO INTELIGENTE Y SOSTENIBLE
El proyecto Cáceres es un ejemplo de esa gestión, que aspira a replicarse en otras ciudades de similares características, dentro y fuera de España. Se convierte, además, en un referente en la gestión inteligente de una ciudad Patrimonio de la Humanidad.
Las previsiones apuntan a que permitirá aumentar hasta un 6% el número de turistas e incrementar en más de un 12% las pernoctaciones, así como alcanzar crecimientos en torno al 4% en los empleos, una vez que se haya producido la reactivación del sector.
«Además de monitorizar monumentos con tecnologías punteras para mejorar su mantenimiento y reducir costes, el proyecto incluye soluciones digitales, cámaras, pantallas, tarjetas, webs, rastreadores de móviles o apps, que permiten conocer cómo se mueve el turismo y sus preferencias, pero también interactuar con los viajeros, enviándoles en tiempo real al móvil información o propuestas de rutas y visitas, todo ello integrado y gestionado a través de Onesait Government Cities, la plataforma de gestión de Smart Cities de Minsait», explica Bernal.
La obtención de esta información permite dar respuesta a cuestiones como a qué monumentos dedican más tiempo, a qué tipo de establecimientos son más frecuentados o cuáles son las rutas preferidas de los turistas.
«Es decir, permite adaptar la oferta turística del destino al perfil de visitantes, además de facilitar la realización de acciones de marketing de proximidad gracias al centenar de ‘beacons’ (o balizas bluetooth) que hay repartidos por toda la ciudad», apunta Bernal.
Para que el proyecto impacte en la economía local, se facilita a los responsables de comercios, hoteles y restaurantes el acceso a la información y el uso de los canales directos a los gustos y preferencias del turista.
Cáceres cuenta con un portal profesional que permite la creación de ofertas cruzadas entre los establecimientos hosteleros y los comercios para aprovechar mejor los recursos turísticos de la ciudad.
Otro aspecto clave es la seguridad. Gracias a los sistemas de gestión del aforo que se han instalado en los distintos espacios, es posible conocer el número de turistas que hay en cada momento y recibir avisos en cuanto se superen los límites que garantizan las distancias.
HACIA EL ‘SMART MUSEUM’
El uso de tecnologías disruptivas controladas por un «cerebro integrador» es también la base del proyecto que está desarrollando Minsait como socio clave de los Museos Vaticanos para mejorar la protección de las obras y la experiencia y seguridad de sus visitantes.
«Se trata de un ambicioso proyecto, que implica el control de varias edificaciones y jardines que en su conjunto albergan alrededor de 700 mil piezas en sus más de 40.000 metros cuadrados», comenta Alberto Bernal.
Una compleja red de fibra óptica conectará el complejo sistema de sensores de control de flujo y ambientales, la vídeovigilancia y sistemas de seguridad, y los sistemas contra incendios y de evacuación.
Además, este proyecto utiliza los nuevos avances para anticipar situaciones y minimizar riesgos. El mayor volumen de información procesada por los sistemas de ‘Big Data’ permitirá, por ejemplo, una medición más precisa y puntual del estado de los espacios y de las obras; y un nuevo sistema digital y multimedia de avisos guiará al público por el recorrido más rápido y seguro, canalizando los flujos de personas en función del tipo de incidencia y la concentración de cada espacio.
En opinión del responsable de Minsait, «el camino hacia un verdadero ‘Smart Museum’ es la innovación, que entendemos no solo como evolución tecnológica, sino también como la aplicación de experiencia orientada a lograr espacios más abiertos, dinámicos, inteligentes y atractivos para el público. Este es el concepto que está guiando el proyecto de digitalización en Museos Vaticanos y que queremos trasladar a las instituciones y recintos culturales de todo el mundo», concluye.