Frente a la calefacción convencional por radiadores, el suelo radiante es un elemento cada vez más demandado en las reformas por el confort que le va a dar a una casa.
El suelo radiante, ¿qué es?
Este concepto de calefacción, a modo de canalizaciones bajo el suelo de las estancias, no es nada novedoso, puesto que ya desde el Siglo I A.C. los romanos lo utilizaban para calentar sus casas.
En la actualidad, el sistema está muy perfeccionado. El suelo radiante es un emisor de temperatura, gracias a la canalización de agua mediante un sistema de tuberías que se instala bajo el pavimento; funciona de forma homogénea aumentando el confort.
Los serpentines se instalan sobre un aislante térmico y, posteriormente, quedan recubiertos por una fina capa de mortero que será la encargada de conservar la energía térmica recibida para posteriormente, ir liberándola de forma progresiva. Como señala Jackie Pérez, responsable de valoración en Barcelona de la empresa de reformas Acierta Hogar, “todo depende de la calidad del mortero, de que tenga un espesor correcto y se aplique bien por todas las estancias. Todo esto será determinante para obtener una inercia adecuada a nuestras necesidades. Con una correcta distribución de las tuberías se consigue tener uniformidad en el reparto del calor y se evitan asimetrías, no siendo necesaria la instalación de radiadores”.
Por el mismo principio, este tipo de instalaciones pueden también funcionar como suelos refrescantes. De esta forma, con un único sistema se conseguirá un ambiente interior óptimo, tanto en invierno como en verano.
¿Qué tipo de suelo es mejor poner encima de una instalación de suelo radiante?
Este es un tema muy importante. En ese sentido, David Alcorisa, responsable de ejecución de obra en Acierta Hogar Barcelona, comenta que “por su alta conductividad térmica, los pavimentos recomendados para suelo radiante por excelencia son los cerámicos y de gres”. Esto quiere decir que el calor se transfiere rápidamente a través de toda la superficie. Por otro lado, son materiales capaces de mantener la temperatura durante mucho tiempo, lo cual permite seguir disfrutando de una temperatura confortable en casa durante un buen rato, incluso una vez apagada la calefacción.
“Muchos clientes nos preguntan si es conveniente instalar pavimentos de madera encima del suelo radiante. La respuesta es sí. No tenemos que renunciar a la calidez estética que nos proporcionan los suelos de madera en casa, pero sí tomar ciertas precauciones. Debemos asegurar que los suelos de madera sean delgados y poco densos, ya que suelos muy densos actuarán como aislantes y dificultarán la difusión del calor”, señala David Alcorisa.
Si se va a abordar una reforma en casa, es importante pedir el precio de la instalación de suelo radiante a empresas de garantía. No son instalaciones baratas, pero no son especialmente caras y el confort que proporcionan no tiene comparación con el sistema tradicional de radiadores. No hay que dejarlo para luego, si una persona va a iniciar una reforma, este es el momento ideal.