Una Ley Federal de los Estados Unidos promulgada en 1972 y una adolescente madrileña del siglo XXI no son, a simple vista, historias que parezcan conectadas por ningún nexo. Puntos de partida separados por un abismo histórico y geográfico que, sin embargo, se dan la mano al calor de las ayudas económicas que se conceden a estudiantes norteamericanos y extranjeros al otro lado del Atlántico.
Así es como Rocío e Irene, dos madrileñas de apenas 17 años, apoyadas han pasado de ver oscuro el futuro en la cantera del Rayo Vallecano a lucir ilusión por cumplir su sueño americano en un territorio que las empodera como protagonistas de sus nuevos equipos. No lo han hecho solas. Tras su éxito está el trabajo de Awex Education, una entidad pionera en la búsqueda de becas que, bajo el paraguas de la normativa igualitaria de EEUU, han impulsado historias imposibles sin su intermediación. Así le sucedió a Sofía (18 años) y María (15 años), dos hermanas de Alcalá de Henares a las que los estudios amenazaban con apartarles de su afición por el baloncesto y la hípica. Ahora ambos deportes son las palancas con las que han conseguido estudiar lo que les gusta en Nueva York y Boston.
Una ley por la igualdad de género
La IX Tittle, como se conoce a las enmiendas por la igualdad de género introducidas en la Ley Educativa estadounidense hace ya más de medio siglo, obliga a dar las mismas ayudas económicas a chicos y chicas en el reparto de becas federales. «La norma ayuda a que ellas tengan más posibilidades que ellos porque suelen ser menos las chicas que solicitan ayudas. Por cada chica hay tres chicos y, sin embargo, las becas para chicas son muy superiores. Por comparar: mientras un chico tiene que pagar de su bolsillo una media de 20.000 dólares por curso para estudiar con beca de fútbol, las chicas solo tienen que poner 10.000 porque están más subvencionadas», explica William Touchard, portavoz de Awex Education.
Awex, ha redoblado sus esfuerzos para ayudar a otras chicas con la beca ‘Girl Power by Awex’. Se trata de 50 becas con dotaciones económicas que cubren entre el 50 % y el 100 % de las matrículas que en algunos casos alcanzan los 70.000 dólares. «Las chicas suelen animarse menos a pedir becas que los chicos, pero las oportunidades son mayores. Por eso, hemos lanzado esta beca», añade Touchard.
Las candidatas deben tener entre 12 y 18 años, un mínimo de 6 como nota media y un nivel de inglés intermedio para poder presentarse. Además, deberán preparar un currículum de sus actividades extraescolares. Las solicitantes que no logren esta beca ‘Girl power by Awex’ tendrán garantizada otra beca que se adapte a su perfil. Cuanto más completo sea, más oportunidades tendrán de lograr una ayuda importante.
«Compaginar estudios y deporte en España es imposible»
Este fenómeno está facilitando un importante flujo de talento femenino desde España a EEUU. Jóvenes que fichan por High Schools o Universidades y, allí, de la mano de Awex Education, encuentran las oportunidades e igualdad que ni el deporte, ni la educación española son capaces de darles. «Compaginar el fútbol con los estudios en España es casi imposible», cuenta por videollamada Rocío Criado (17 años) desde la North Cross School, en Virginia. El pasado verano dejó Alcorcón y el Alcorcón, club en el que militaba desde hacía una temporada, para cumplir su «sueño americano». «Era o fútbol, o estudios. El deporte parece que molesta para estudiar en España. En EEUU, no», añade.
Irene Ruiz, madrileña también y de la misma edad, asiente a su lado. Tras ocho temporadas luciendo los colores de la Franja (Irene ingresó en benjamines), intuyó que el deseo de estudiar en la Universidad podría ser el fin de su carrera deportiva en España. «Con la EVAU es imposible. Tienes que dejarlo para centrarte en los estudios. Se proyecta el deporte como una carga. Pero aquí adaptan clases, horarios, exámenes… e incluso jugar te puede servir para ingresar en una buena universidad gracias a las becas», cuenta Irene.
Ella y Rocío se conocieron cuando eran compañeras en la cantera del Rayo. Luego Rocío marchó al Leganés y de ahí, al Alcorcón. Ahora comparten experiencia en EEUU. «El talento español está muy bien valorado. Somos más técnicas. Hemos visto partidos en los que algún equipo estaba formado casi al completo por españoles. Y no hay discriminación, al contrario que en España, donde las desigualdades en los clubes o Federaciones son grandes», añade Irene.
Ella intentó dar el salto al otro lado del ‘Charco’ hace ya dos años, pero le pilló la pandemia. Ahora, cuando le tocaba cursar 2º de Bachillerato lo ha conseguido. «Al enterarme de que Irene se iba a EEUU, ni dudé en solicitar mi beca, no solo por seguir jugando al fútbol, sino por mi formación. Estudiar aquí te abre muchas puertas», añade Rocío, enrolada también en esta aventura «apasionante», gracias al apoyo de Awex Education.
De Alcalá de Henares a una universidad en Manhattan
Sofía y María Marcos son dos hermanas de Alcalá de Henares que siguieron un camino parecido, pero con deportes diferentes. Sofía (18 años) juega al baloncesto. María (15 años) lo intentó, «pero lo mío no eran los deportes de pelota», así que se enroló en la hípica poco después de que Sofía se marchara a EEUU a estudiar también becada por Awex Education. «Soy supercelosa, por eso también solicité mi beca. Mi caso era más complicado, pero en Awex Education encontraron una solución: una beca en equitación a través de un club de equitación vinculado a mi High School, que no es supernormal… pero aquí estoy cumpliendo mi sueño», relata desde la Putnam Academy, en Boston.
A tres horas y media en coche vive Sofía, enrolada en la Universidad, en la College of Mount Saint Vincent. «Está en el Bronx, en la parte más moderna. Es un campus internado, la combinación ideal, porque tienes amigos, pero apenas sales del Campus, te encuentras en pleno Nueva York. Parece una película. Y claro, sería imposible sin becas. La Universidad cuesta aquí unos 70.000 dólares y la vida es muy cara. Sin Awex Education todo esto habría sido utópico», relata feliz de poder seguir jugando al baloncesto.
«En España apenas llegas a un nivel, tienes que dar el salto. Te obliga a elegir entre estudios y baloncesto. No puedes quedarte en un nivel intermedio. Además, en EEUU hay más oportunidades, equipos, y un nivel increíble. Aquí estoy jugando entre 15 y 16 minutos por partido y ni me quejo. Me lo tengo que currar mucho. En España sería más sencillo y no mejoraría como jugadora», se sincera. «El deporte femenino, además, tiene un tirón increíble. Especialmente en estas competiciones de High Schools o Universidades. Todos los partidos tienes la cancha llena. Les encanta volcarse. Estudiar aquí es duro, más que el High School, pero también mucho más motivante», concluye.