El desequilibrio negativo de la ejecución presupuestaria de la Federación de Rusia en el mes de enero se disparó hasta los 1,776 billones de rublos (23.270 millones de euros), lo que supone 14 veces más que el déficit de 12.500 millones de rublos (1.638 millones de euros) del primer mes de 2022 y su peor arranque de año desde 1998, según los datos publicados por el Ministerio de Finanzas ruso.
El sustancial incremento del déficit de Rusia en el mes de enero, que representa el 60% del desequilibrio negativo de 2,925 billones de rublos (38.330 millones de euros) presupuestado para todo el año, refleja una caída del 35% de los ingresos y un incremento del 59% de los gastos.
En concreto, los ingresos sumaron en enero 1,356 billones de rublos (17.770 millones de euros), incluyendo una caída del 46% de los ingresos procedentes del petróleo y el gas, hasta 426.000 millones de rublos (5.583 millones de euros), mientras que otros ingresos disminuyeron un 28%, hasta 931.000 millones de rublos (12.200 millones de euros).
«Teniendo en cuenta la disminución de la representatividad de las cotizaciones del precio del petróleo de los Urales como indicador de precios objetivo para las exportaciones del petróleo ruso, actualmente se están desarrollando enfoques para cambiar a indicadores de precios alternativos a efectos fiscales», explicó el Ministerio.
Además, subrayó que el uso de los recursos del fondo soberano NWF para cubrir la pérdida de ingresos por petróleo y gas de acuerdo con los parámetros de la regla presupuestaria «garantiza la estabilidad del sistema presupuestario frente a las fluctuaciones en los ingresos por petróleo y gas».
Desde el lado del gasto, el Ministerio ruso cifró en un total de 3,117 billones de rublos (40.850 millones de euros) la partida, un 59% por encima del dato de un año antes.
«La aceleración de la financiación de gastos a principios de 2023 se debe principalmente a la rápida conclusión de contratos y la financiación anticipada de determinados gastos contratados», apuntó el Ministerio.