Randstand ha rechazado el aumento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) acordado entre Gobierno y sindicatos, argumentando que se trata de una medida que podría «lesionar» la contratación en medio de un contexto de desaceleración económico.
En un comunicado, la empresa de recursos humanos ha considerado que se debería de haber contado con «el consenso» de las partes que participan en el diálogo social, en referencia a la ausencia de la CEOE en la reunión convocada para este martes.
Según Randstad, al entorno macroeconómico adverso se está sumando la rigidez de la reforma laboral, que está produciendo «un aumento significativo» en la contratación parcial o fija discontinua y «empuja» a los trabajadores al pluriempleo para compensar las horas no trabajadas y así poder cubrir «sus necesidades económicas».
Un incremento del SMI «sin prudencia ni consenso», entiende Randstad, puede acabar por condenar al desempleo a los colectivos que la medida pretende beneficiar, como los jóvenes, especialmente a los que tienen menos formación.