La actividad hipotecaria española cerró los 11 primeros meses de 2022 con la originación de nuevos créditos por valor de 60.025 millones de euros para adquirir vivienda, lo que supone un incremento del 12% respecto a mismo periodo de 2021, según datos del Banco de España difundidos este miércoles por la Asociación Hipotecaria Española (AHE).
Con estos datos, y a falta de conocer el mes de diciembre, la actividad de originación de hipotecas ya ha superado el total de 2021, cuando se concedieron nuevos préstamos hipotecarios por valor de 59.426 millones de euros.
Únicamente en el mes de noviembre, las nuevas hipotecas tuvieron un valor conjunto de 5.633 millones de euros, lo que supone un incremento interanual del 7,7%. En comparación con octubre, el alza fue del 16,8% más.
La AHE ha destacado que el mercado de concesión de este tipo de préstamos «ha mantenido una evolución extraordinariamente positiva», a pesar de la crisis energética derivada de la guerra en Ucrania o el inicio de la normalización de los tipos de interés como medida para contener la inflación.
Por plazo de vencimiento, el 61,5% (36.932 millones de euros) del total fueron créditos hipotecarios con un plazo de amortización de más de 10 años. Los 23.093 millones de euros restantes concedidos entre enero y noviembre correspondieron a plazos inferiores, concentrándose la mayoría en plazos de hasta un año.
«Esperamos que la financiación en vivienda cierre el año 2022 con un volumen en torno a los 65.000 millones de euros, lo que revelaría unos meses algo más flojos en el tramo final del ejercicio, aunque en promedio positivos, combinados con unos meses iniciales de gran avance», ha explicado la AHE.
En todo caso, la Asociación ha destacado que los saldos dudosos «mantienen una evolución a la baja». En concreto, en el crédito a la vivienda se registró un volumen de préstamos dudosos de 12.623 millones de euros al cierre del tercer trimestre, lo que equivale a una ratio del 2,5%.
«Hay que recordar que el mercado hipotecario se nutre en gran medida de perfiles de rentas medias, a los cuales el deterioro de la situación macroeconómica derivado de la alta inflación y la subida abrupta de los tipos de interés les afecta en alguna medida, si bien su incidencia no debe ser muy alta, siempre y cuando la evolución del mercado laboral les acompañe», ha apostillado el organismo.