La entidad británica de servicios para empresas Greensill Capital se ha declarado en quiebra este lunes ante la imposibilidad de hacer frente a sus deudas, según ha informado el diario financiero ‘Financial Times’, que ha tenido acceso a la petición formulada al juzgado por parte de los abogados de la entidad.
En concreto, Greensill ha solicitado al juzgado acogerse a la protección especial contra los acreedores que concede la legislación británica al ponerse en manos de un administrador externo.
Según publicaron varios medios la semana pasada, el fondo Apollo Global Management se encuentra negociando con Greensill para comprar parte de sus activos. Esto inyectaría capital a la empresa, que entonces podría volver a hacer frente a sus deudas.
La decisión de la entidad se produce después de que la Autoridad Federal de Supervisión Financiera de Alemania (BaFin) impusiera una moratoria sobre las actividades de Greensill Bank, que prohíbe a la entidad llevar a cabo disposiciones y pagos, ante el «riesgo inminente de que el banco se endeude en exceso».
El negocio de Greensill se centra en la prestación de servicios financieros a empresas. Gran parte de su actividad se sustenta en la concesión de préstamos para que las compañías puedan hacer frente a los pagos a proveedores.
De acuerdo con los documentos citados por ‘Financial Times’, la empresa tiene una exposición de 5.000 millones de dólares (4.220 millones de euros) al conglomerado de firmas GFG Alliance, que «actualmente está experimentando dificultades financieras».