La ciencia y los avances tecnológicos han logrado diseñar máquinas y productos que han cambiado el desarrollo de las actividades económicas y laborales, y también facilitado las prácticas de la vida cotidiana.
Un ejemplo de ello es Rikki, un anillo para pagar que se vincula con tarjetas de crédito y débito con el que se pueden realizar transacciones comerciales sin la necesidad de sacar los plásticos o usar el móvil.
Características de Rikki
El anillo Rikki es un invento sumamente innovador y que es sustentado por el éxito en sus ventas. Es compatible con todas las tarjetas MasterCard® o Visa emitidas dentro de la Comunidad Europea, y cumple con los más altos estándares de seguridad bancaria. Asimismo, su uso no exige abrir nueva cuenta ni tampoco transferir dinero a otras cuentas bancarias, por lo que el gasto va a la tarjeta del banco actual.
En tanto, el método de transacción no genera comisión ni gastos adicionales o mantenimiento.
Por otro lado, el anillo cuenta con la posibilidad de vincularlo con hasta dos tarjetas, y también hay una modalidad disponible para menores. El historial de pagos se ve reflejado tanto en la aplicación que gestiona el anillo, como en la aplicación de la banca actual cuya tarjeta se utiliza para pagar los gastos realizados con el anillo. El anillo Rikki es resistente al agua, no necesita ser cargado, está hecho de cerámica hipoalergénica, y responde al concepto de minimalismo japonés.
Cómo nace Rikki
Rikki es una fintech ubicada en Barcelona formada por profesionales que cuentan con experiencias anteriores en start-ups y finanzas. La filosofía por la cual nace este innovador anillo es la de contrarrestar la dependencia del móvil que atraviesa la sociedad hoy en día.
Desde la empresa creen que la tecnología debe ser invisible y no invasiva, pero estar siempre disponible y lista para servir. Por otro lado, la compañía piensa en el futuro. Por eso, actualmente sus especialistas están desarrollando otras funciones para Rikki, como poder añadir la llave de casa o del coche, además de perfeccionar su uso en menores de edad.
Elena Yorda, la CEO y cofundadora de la fintech que da vida a Rikki, logró plasmar la idea de un producto que no requiera del móvil en una acción diaria y cotidiana de la vida de toda persona. En este camino, el anillo es autónomo para que se pueda desconectar y disfrutar del tiempo libre. Además, es un dispositivo que no dejará nunca colgado a quien necesita pagar y sale de su casa sin el monedero o el móvil.
Para acceder a más información sobre Rikki y conocer todas sus características se puede consultar la página web y contactar directamente con sus diseñadores.