El pasado 20 de diciembre, el Profesor Ramón Tamames, catedrático de economía y doctor Honoris Causa por numerosas universidades, apadrinó el ingreso del doctor Manuel de la Peña como nuevo miembro de la Sociedad del Pensamiento Lúdico, un club selecto presidido por Tamames, que reúne a un grupo de personalidades muy reconocidas.
El doctor de la Peña es presidente del Instituto Europeo de Salud y Bienestar Social, profesor de cardiología, escritor, doctor cum laude y académico de la Diplomacia.
El doctor de la Peña pronunció unas palabras de agradecimiento y señaló que para él era un gratísimo honor estar entre personas tan sabias y sensatas, y recordó lo que decía Isaac Asimov: “un sutil pensamiento erróneo puede dar lugar a una indagación fructífera que revela verdades de gran valor”.
Entre estos pensadores destacan varios embajadores de España como Eduardo Garrigues, Servando de la Torre, Antonio Ortiz y Gonzalo Ortiz. También forma parte el endocrinólogo doctor Carlos Rodríguez Jimenez, tal vez el único discípulo vivo de Don Gregorio Marañón. También se encuentran Christian Careaga, ex director del Banco Europeo de Inversiones y Juan y Joaquín Tamames, entre otros.
Tamames recordó que el cambio claro en el pensamiento único empieza a partir de 1973, con la crisis del petróleo. “Entonces lo que se estilaba era el keynesianismo. Para Keynes, el pleno empleo es el objetivo y el Estado de Bienestar, el medio. Y todo eso se hace con una fuerte participación del Estado, que es lo que explicaba Keynes en su Teoría General en el año 36. Pero a partir de la crisis del petróleo se cambia por la escuela de Chicago y el Consenso de Washington, que es una doctrina muy liberal, muy abierta. La empresa y el mercado, claro. El Estado del Bienestar se mantiene en este escenario, no se destruye por mucho que se diga lo contrario, pero no es ya tampoco el gran objetivo, y es entonces cuando empiezan a cambiar las cosas, la evolución que ha habido en toda Europa”.
En el evento de investidura de Manuel de la Peña como pensador, Tamames mencionó unas palabras de recuerdo a sus grandes amigos el Marqués de Griñón y Alfonso Cortina e invitó a todo el grupo de pensadores a una visita privada al Banco de España para conocer la colección de Goya.