El expresidente del BBVA Francisco González ha declarado este viernes ante el juez de la Audiencia Nacional que investiga la contratación por parte del banco de los servicios del comisario jubilado José Manuel Villarejo que él no tuvo responsabilidad en la contratación de ese proveedor de seguridad, y que el exdirectivo Antonio Béjar mintió en sede judicial al aseverar que él le ordenó contratar con la empresa que le dijera el jefe de Seguridad, Julio Corrochano.
En su segunda declaración como investigado en esta causa –la primera fue en 2019 cuando la pieza aun estaba bajo secreto–, González ha respondido durante dos horas y media las preguntas de su abogado, de los fiscales anticorrupción y del propio juez, Manuel García-Castellón. Fuentes jurídicas consultadas por Europa Press presentes en el interrogatorio han explicado que el banquero ha ratificado íntegramente su primera comparecencia.
Además, tras descargar la responsabilidad de la contratación de la empresa de Villarejo, Cenyt, en su jefe de Seguridad, ha explicado que el BBVA en un escrito de 2019 cometió un error al señalar que la contratación de Villarejo en relación a Ausbanc se realizó bajo su patrocinio. Si bien habría puntualizado que esa aseveración de los letrados del banco fue rectificada con posterioridad.
En esta pieza del caso ‘Tándem’, el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 examina los contratos de BBVA con el grupo empresarial de Villarejo, Cenyt, para distintos proyectos –presuntamente ilegales– al menos entre 2004 y 2017, unos trabajos por los que la entidad habría pagado al comisario más de 10 millones de euros.
SU TAREA ERA ESTRATÉGICA Y DE REPRESENTACIÓN
En esta ocasión, según varias fuentes consultadas, González ha señalado que no tuvo conocimiento de la contratación de Villarejo por el banco ni de las actividades desarrollas por Cenyt durante su presidencia hasta el 27 de mayo de 2018. De hecho, ha incidido en que una vez detienen al comisario a finales de 2017, nadie en la entidad le comunicó que su empresa tenía relación como proveedora de servicios del BBVA.
Al hilo, ha aseverado que, de hecho, tras la auditoría encargada a PwC se concluyó que no existía evidencia documental que le situara en el proceso de contratación, facturación y pago de los servicios de Cenyt, a lo que ha sumado que además no resulta creíble que un presidente entre en el detalle de la contratación de proveedores.
En este sentido, ha ligado su tarea a las cuestiones estratégicas y de supervisión de resultados de la entidad, además de las labores propias de representación. Y ha incidido en que órganos que presidía, como el Consejo de Administración, no tenían ninguna función de vigilancia ni control de los ejecutivos con temas de contratación.
Otras fuentes, han destacado de la comparecencia que el expresidente del BBVA se ha mostrado tajante respondiendo a los fiscales y ha reivindicado la solidez de los que él llama ‘valores FG’, es decir, que todo lo que se hace es legal, ético y publicable.
LA INVESTIGACIÓN EN EL SENO DE BBVA
González ha explicado al juez que en cuanto tuvo conocimiento en mayo de 2018 de la contratación de Cenyt por parte del banco, ordenó al que fuera responsable de Regulación y Control Interno de BBVA Eduardo Arbizu que iniciara una investigación interna. De hecho, ha indicado que hasta su marcha del banco, en diciembre de 2018, preguntó por la marcha de la investigación cada mes, y que la respuesta que obtuvo fue que no había novedades.
Así, ha insistido en que en ningún momento nadie le trasladó que hubiese habido irregularidades en la contratación de Cenyt o en el desarrollo de las actividades de Cenyt para el banco.
Entrando en contratos concretos, ha sido preguntado por el trabajo de Villarejo relativo a la OPA que preparaba Sacyr para hacerse con el control del banco, la conocida como ‘operación Trampa’. Al respecto, González ha apuntado que fue su jefe de Seguridad quien decidió contratar una empresa externa –la del comisario– y que de hecho se convocó una reunión a la que asistieron varios ejecutivos, en la que estaba presente Corrochano, quien aseguró que tenía forma de conseguir más información sobre el movimiento de esa constructora a través de una empresa de investigación.
Con todo, ha vuelto a incidir en que Corrochano no necesitaba autorización para contratar empresas externas porque tenía competencias para hacerlo como jefe de Seguridad del banco. Y ha insistido en que a él no le comunicó que el proveedor elegido era Villarejo porque como presidente del banco no entraba en quienes eran los proveedores.
En consecuencia, también ha negado que nadie le informara que Cenyt estaba vinculada a un policía en activo, y ha afirmado que no conoció ni al comisario, ni al socio de éste –Rafael Redondo–, y que no se le informó de que se trabajaría con información sensible sobre las personas relacionadas con la operación de Sacyr, entre ellos el presidente de la constructora, Luis del Rivero. Tampoco supo los importes de los contratos con Villarejo, ha aseverado.
Sí que ha reconocido que en diciembre de 2004 recibió hasta en dos ocasiones de mano del entonces consejero delegado de BBVA Ángel Cano notas con información común, pública y nada relevante relativa a Sacyr, pero que no se refería en ningún momento a tráficos de llamadas ni a ninguna cuestión que pudiese ser ilegal. De hecho, González ha explicado que parecían resúmenes internos del banco pero que carecían de membrete o firma.
Así, ha negado haber recibido nunca informes de Cenyt, y ha añadido que ya en diciembre de 2004 dejó de recibir más información porque la operación era inviable y era cuestión de tiempo que se desinflara.
KROLL, LOS PROMOTORES Y AUSBANC
Por otro lado, sobre la investigación subcontratada por el banco para investigar a determinados promotores inmobiliarios, González ha negado asimismo que conociera que en un inicio se contratara a la agencia de detectives Kroll y, de hecho, ha insistido que sólo sabe que se han contratado este tipo de servicios cuando le informan de que esa agencia no ha obtenido buenos resultados. Así, ha negado que le dijera a Béjar que debían contar para ese trabajo a la empresa que les recomendara Corrochano.
Sobre el trabajo de Villarejo para el banco que tenía por objetivo acabar con la presión de Ausbanc, González ha explicado que tampoco tuvo conocimiento de que se le contratara, y ha apuntado que se ha dado un «error lamentable» de origen que nace de un escrito de BBVA en el que se asevera que se elige a Cenyt «bajo su patrocinio».
Dice que esa frase fue un lamentable error que provocó que él fuera llamado como investigado a la causa, y ha indicado que en la declaración de Adolfo Fraguas como representante legal de la entidad aclaró que no tenían ninguna evidencia sobre ese extremo.