Las empresas son entidades formadas por personas, cuyas acciones y comportamientos que marcan su personalidad particular. En este sentido, las compañías también cuentan con una su propia personalidad, marcada por la cultura organizacional, es decir, una serie de pautas y parámetros implícitos que determinan los tipos de conversaciones posibles en la organización.
Estas directrices no necesariamente obedecen a las costumbres y actos inconscientes de los integrantes, sino que se puede moldear y transformar a favor de los objetivos de la empresa. Sin embargo, muchas organizaciones desconocen este concepto y, para trabajar en él, requieren la asistencia especializada, como la de Grupo Santalá.
Los tipos de cultura organizacional y sus objetivos
La cultura organizacional consiste en el conjunto de valores, experiencias, hábitos y tradiciones de una empresa, los cuales determinan la forma en la que sus integrantes se relacionan entre sí y con el exterior. En términos básicos, esta cultura puede ser fuerte, cuando sus valores son claros, coherentes y se practican adecuadamente, o débil, cuando su liderazgo es endeble y sus valores no están bien definidos. Sin embargo. Esta cultura también se puede clasificar en varios tipos, según sus objetivos y las funciones con las que se relacionan.
El primero de ellos es la cultura organizacional orientada a clanes, la cual promueve la comunicación y fortalece los vínculos en el personal. También está la cultura adhocrática, la cual promueve la optimización de los procesos administrativos engorrosos.
Asimismo, la cultura jerárquica, por su parte, busca fortalecer la estructura de la organización y su cadena de mando, aunque esta variante apunta hacia modelos más flexibles en la actualidad. Finalmente, está la cultura orientada al mercado, la cual se enfoca en el estudio del público objetivo y los competidores en el mercado para mejorar el posicionamiento de la empresa.
Herramientas para fortalecer la cultura organizacional en todos sus ámbitos
Cada una de estas categorías cumple su función en la cultura organizacional de la empresa y le permite potenciar determinadas áreas en su cadena de producción. Además, es importante fortalecerlas todas, ya que marcan las acciones adecuadas en los diferentes departamentos de la compañía. Así como lo que se debe o no conversar entre sus integrantes, para mantener una cultura fuerte en cada uno de estos aspectos. No obstante, para muchas empresas este proceso puede implicar un complejo desafío, ante la falta de herramientas para trabajar este concepto.
En estas situaciones, Grupo Santalá ofrece soluciones a través de sus programas de coaching y formación para empresas. Estos procesos de capacitación están enfocados en el crecimiento y la transformación de las organizaciones en varios ámbitos, como la comunicación entre sus integrantes, la inteligencia emocional, el manejo de ventas y atención a clientes e incluso el liderazgo empresarial. Estas herramientas permiten establecer una cultura organizacional clara, fuerte y bien definida en aquellas compañías que tienen dificultades para establecer esta identidad.