La generalidad de las personas atribuye el éxito de un producto musical al cantante o al grupo que lo interpreta. Incluso las melodías suelen asociarse a marcas a las que sirven de fondo o cortina y los elogios van para ellas. Sin embargo, nada está más lejano a la realidad.
Detrás de toda pieza musical, independientemente de la naturaleza y el objetivo de la misma, hay una figura encargada de hilvanar todos los hilos. Esta es el productor musical, un profesional que bajo esta etiqueta puede tener múltiples funciones para convertir una idea en una obra para el público.
Dentro de la oferta académica de Eumes, está el Diploma en Música Avanzada y Sonido. Para la obtención del mismo, el estudiante debe seguir una carrera de 3 años de formación en producción musical, mestering, mezcla y music business. Debido a la sólida e integral formación que recibe, el graduado puede desempeñarse en las múltiples áreas que implica la producción musical.
La persona diplomada en música avanzada y sonido de Eumes es un profesional polivalente. La preparación le permite desempeñarse en tareas de grabación, composición, producción, postproducción, promoción y publicación. También está capacitado para participar en la realización en directo de proyectos musicales y sonoros en general, como los conciertos.
Las múltiples capacidades del graduado en Música Avanzada y Sonido de Eumes le permiten ejercer roles en negocios. Por ejemplo, manejar artistas, organizar conciertos, festivales o crear una empresa de producción de piezas musicales para productos, empresas o hasta videojuegos. También puede diseñar y ejecutar todo el ensamblaje técnico para el sonido de eventos masivos.
En la parte de producción propiamente dicha, este profesional puede participar en diferentes niveles. Es capaz de componer una melodía o definir si la composición de otro músico se ajusta a lo que requiere el cliente o el mercado. En muchos casos, define los arreglos necesarios para que una obra musical se convierta en un éxito.
El avance de los videojuegos y las plataformas digitales ha generado un nuevo tipo de demanda de productores musicales. Todo son nuevos escenarios que requieren de obras para ambientar situaciones o contenidos. Esto ha abierto un mundo nuevo de posibilidades para estos profesionales, cuyos límites aún no se conocen.
