El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, se han reunido este lunes por videoconferencia y han abordado la cooperación en materia de migración y la forma de avanzar en los «esfuerzos conjuntos» para promover el desarrollo en el sur de México y el Triángulo Norte de Centroamérica.
Según han precisado ambos países en un comunicado, la conversación de este lunes ha transcurrido en la línea de la que tuvieron tras la toma de posesión de Biden, de modo que los dirigentes han reafirmado la «asociación duradera» de sendos territorios, de acuerdo al respeto mutuo y el extraordinario vínculo de familia y amistad».
Biden ha recalcado a su homólogo que Estados Unidos y México «son más fuertes» cuando están «unidos» y ha incidido en que, aunque no siempre han sido «vecinos perfectos», sí han visto «el poder» y que están «más seguros» cuando trabajan juntos.
En este aspecto, ha señalado a la cooperación para «abordar los desafíos de la frontera compartida o para controlar esta pandemia».
«En la Administración Obama-Biden, nos comprometimos a ver a México como un igual, no como alguien que está al sur de nuestra frontera», ha subrayado el presidente estadounidense, para ahondar en que «lo que haga en México y cómo tenga éxito, tendrá un impacto dramático en cómo será el resto del hemisferio».
Con respecto a ello, López Obrador ha destacado la importancia de que las relaciones bilaterales se basen en un «diálogo constante» y «periódico» y ha confiado en que estas serán «aún mejores» en el futuro.
«Nos unen 3.180 kilómetros de frontera. Pero no solo nos une la geografía; también estamos unidos por nuestras economías, nuestro comercio, nuestra cultura y nuestra amistad», ha explicado el dirigente mexicano, para añadir que la integración «fortalecerá» a los dos países «ya que nos enfrentamos a esta inevitable expansión de otras regiones».
Igualmente, ha señalado que México y Estados Unidos deben cooperar para «un desarrollo basado en la independencia y autonomía, potencializando lo que nuestros pueblos significan para nosotros».
«MIGRACIÓN ORDENADA Y SEGURA»
Tras remarcar su propósito de cooperación, los mandatarios han reconocido las «numerosas contribuciones» de los migrantes a la «fortaleza económica, la diversidad cultural y el espíritu innovador» de sendos países, por lo que han acordado políticas migratorias que se centren en la «dignidad de los migrantes» y una «migración ordenada, segura y regular».
En este contexto, han apostado por tratar las causas fundamentales de la migración regional, así como «mejorar la gestión de la migración y desarrollar vías legales», según el comunicado conjuntos de las Administraciones.
En la reunión, se ha ordenado al Departamento de Estado estadounidense y el Ministerio de Relaciones Exteriores mexicano que «se involucren con los gobiernos vecinos, la sociedad civil y el sector privado a través de políticas que «promuevan el desarrollo económico equitativo y sostenible, combatan la corrupción y mejoren la cooperación policial contra la delincuencia transnacional y redes de contrabando».
Asimismo, se han comprometido a combatir juntos la pandemia de la COVID-19, si Biden no ha aclarado si Estados Unidos enviará vacunas contra el coronavirus a México, un envío que su homólogo mexicano ha pedido. «Vamos a hablar de eso», ha contestado el mandatario estadounidense antes de la reunión.
No obstante, sobre la respuesta a la COVID-19, los presidentes han matizado que se trabajará en las áreas de cooperación económica y sanitaria, con la mejora de la capacidad de los sistemas de salud, el intercambio de información y el desarrollo de políticas fronterizas.
La lucha contra la corrupción y el trabajo conjunto en materia de seguridad ha sido otro de los temas del encuentro, en el que también se ha acordado revitalizar la cooperación económica, así como explorar áreas de colaboración en torno al cambio climático y la eficiencia energética.
En concreto, han apuntado a la importancia estratégica de la relación económica bilateral y han reiterado su compromiso con el Acuerdo Estados Unidos, México, Canadá como «motor de la prosperidad y los derechos laborales de América del Norte en ambos países al generar oportunidades laborales, mejorar la protección de los trabajadores y prevenir el trabajo forzado».
También, Biden y López Obrador han concluido reforzar la «resiliencia y la seguridad» de la cadena de suministro y han decidido reiniciar el Diálogo Económico de Alto Nivel para promover estos objetivos.