La ley de crédito inmobiliario ha favorecido el cambio a las hipotecas de tipo fijo

Por Redacción

El socio del área de asesoramiento legal del sector financiero de KPMG Abogados, Alfonso González Espejo, ha asegurado que las modificaciones legales introducidas con la ley de contratos de crédito inmobiliario para favorecer el cambio de los contratos hacia tipos fijos «han dado cierto resultado».

Según indica el experto, después del cambio de condiciones, el porcentaje de hipotecas a interés fijo ha aumentado del 17,5% al 36,6%, mientras que el de hipotecas a interés variable ha disminuido del 81,5% al 60,3%.

El socio de KPMG ha valorado los datos de hipotecas que se firmaron en España en 2020, de las que el 50,6% se constituyó a tipo variable, frente al 49,4% de tipo fijo.

«Persiste la tendencia ascendente en la contratación de préstamos a tipo fijo, que cuentan con un amplio abanico de ofertas comerciales especialmente atractivas en el mercado, hasta el punto de presentar un empate técnico entre ambos tipos de productos, que no era imaginable hace unos años», ha apuntado.

El socio de KPMG también ha resaltado el dato del mes de febrero, que «apuntaba claramente una tendencia alcista» que posteriormente fue interrumpida por el impacto de la pandemia en la economía en general y en el mercado inmobiliario en particular.

El importe medio de las hipotecas se llegó a situar en 176.200 euros en febrero, mientras que de marzo a diciembre fue de 144.300 euros, lo que representa un descenso medio de 31.900 euros por operación respecto al dato de febrero.

En cualquier caso, González Espejo ha destacado como dato positivo el aumento del 7,4% del importe medio por operación en el año 2020 «en una coyuntura económica especialmente compleja».

«Aunque era esperable por el impacto de la crisis sanitaria una disminución del número de hipotecas, lo cierto es que el dato final refleja una caída del 7,6% que se ha amortiguado con respecto a los números del año anterior, observándose en el periodo post-covid (marzo-diciembre) una cierta atonía del mercado sin grandes altibajos. Se observa, también, una mejora de la evolución del número de operaciones coincidiendo con la desescalada tras la primera ola en el periodo julio-septiembre», ha señalado.