El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ha instado a los gobiernos europeos a tener cuidado a la hora de retirar los estímulos, ya que de lo contrario se podría producir una oleada de insolvencias que posiblemente contagiaría al sector financiero.
En un encuentro ‘online’ organizado por la escuela de negocios IESE, el exministro español ha asegurado que en la zona euro, por el momento, se ha evitado una situación de quiebras generalizadas gracias a las «muy favorables» condiciones de financiación tanto para los gobiernos como para las empresas, así como por las medidas de política fiscal puestas en marcha.
La suma de ambas «ha creado un ciclo benigno, pese a que la caída y el descenso del PIB ha sido enorme», ha valorado Guindos, quien también ha señalado que el freno a las quiebras ha provocado también que la crisis tenga un «efecto limitado» en los bancos. De esta forma, las entidades han podido seguir manteniendo el flujo de crédito hacia la economía.
En opinión del vicepresidente del BCE, la retirada de los apoyos y medidas aprobadas durante la pandemia «tiene que ser implementada cuidadosamente». De otra forma, el «círculo virtuoso» que se ha creado se convertirá en un «círculo vicioso».
En todo caso, Guindos ha alertado de que la aparición de los préstamos dudosos (NPL, por sus siglas en inglés) en los balances de los bancos tiene un decalaje con respecto a las caídas del PIB, por lo que estima que empezarán a ser más visibles a partir del primer semestre de 2021.
INFLACIÓN Y BITCOIN
El exministro también ha dedicado parte de su intervención en el acto a hablar de la inflación de la eurozona. Según ha explicado, la baja inflación registrada en la última década, alejada del objetivo del BCE, se debe a una serie de «factores estructurales», como la globalización, la demografía o el auge del comercio electrónico.
Aunque Guindos ha reconocido que los economistas «no son muy buenos» a la hora de predecir los determinantes de la inflación, ha estimado que a corto plazo, la inflación en la zona euro va a seguir por debajo del objetivo del BCE.
No obstante, ha añadido que una posible consecuencia de la crisis del Covid-19 sea que las cadenas de suministro se acorten, obligando a las empresas a tener que asumir unos costes más elevados y un precio de las materias primas más alto, por lo que podrían trasladar esos incrementos a los precios finales.
El banquero central también ha definido el bitcoin como un «criptoactivo» en lugar de como una criptodivisa, y ha criticado que los fundamentales que subyacen a su precio «son muy débiles», incluso reconociendo que no termina de entenderlos. En este sentido, ha mostrado su preocupación por el hecho de que una inversión con un «potencial tan frágil» esté atrayendo «tanta atención y tanto dinero».