Financiado con los fondos Europeos NextGen, con un presupuesto de 3.067 millones de euros hasta 2023, el Kit Digital es un ambicioso proyecto del Gobierno.
El Kit Digital pretende digitalizar y hacer más competitivas a las pymes españolas, abordando las áreas más críticas de una empresa para mejorar su competitividad.
Cualquier empresa de pequeño o mediano tamaño puede ser beneficiaria del Kit Digital, cumpliendo con los requisitos relativamente simples. Se han establecido tres tramos en función del volumen de la empresa:
Segmento I: empresas entre 10 y 49 empleados. Esta convocatoria se abrió en marzo y ha sido prorrogada recientemente hasta marzo de 2023. Cada beneficiario obtiene un “bono digital” de hasta 12.000 euros.
Segmento II: empresas entre 3 y 9 empleados. La convocatoria está abierta desde el 2 de septiembre, y asigna “bonos” de 6000 euros.
Segmento III: autónomos o empresas de hasta 2 empleados. Está previsto publicar la convocatoria en octubre, y asignará bonos de 2.000 euros.
Los proyectos se realizan a través de empresas especializadas, conocidas como Agentes Digitalizadores, que adquieren, además, la responsabilidad de presentar y gestionar la documentación ante la Administración.
El cliente debe abonar únicamente el coste de las soluciones que sobrepasen la subvención concedida, además del IVA de la factura. El resto será abonado directamente al Agente Digitalizador, una vez finalizada y justificada cada fase del proyecto.
La digitalización llega a pymes y autónomos
Digitalizar una empresa es mucho más que crear una página web o gestionar las redes sociales; debe concebirse como: un proyecto integral, orientado a mejorar los procesos internos de la empresa, las acciones de marketing digital y la relación con los clientes.
En caso contrario, el proyecto puede estar condenado al fracaso, ya que compite en un mercado global y totalmente transparente, donde las empresas realmente digitalizadas marcarán la diferencia.
Para abordar con garantías de éxito un proyecto de digitalización, deben desarrollarse varias áreas de actuación de manera coordinada. Afortunadamente, todas ellas pueden ser financiadas con la última convocatoria del Kit Digital:
Presencia web: la web corporativa de una empresa es el punto sobre el que debe pivotar el proyecto digital, ya que presenta los productos y servicios y transmite la imagen, ideas y valores de la compañía.
Tienda online: es uno de los canales de ventas más eficaces y rentables que se puede encontrar. Para muchos negocios, es ya algo imprescindible tras el cambio de mentalidad del consumidor hacia las compras online. Esta tendencia, que venía siendo ya una realidad innegable, se ha consolidado y reforzado tras la pandemia.
Marketing digital y SEO: ningún proyecto web puede triunfar hoy día si no se acompaña de una adecuada estrategia de marketing y actuaciones SEO para destacar entre los millones de publicaciones que se crean cada día en internet. En particular, debe prestarse una especial atención al “marketing de contenidos”, dada la relevancia que tiene para los buscadores de Internet y para transmitir una imagen de solvencia y profesionalidad hacia los clientes.
Redes sociales: es también un pilar muy importante para el éxito de un proyecto digital, ya que permite crear una comunidad alrededor de una marca, potenciar las publicaciones en nuestra web y conocer las opiniones e inquietudes de nuestros clientes. Las publicaciones en redes sociales deben hacerse de una forma regular y planificada, coordinada con el contenido que vamos creando en el blog de la web y con otras actuaciones de marketing de gran importancia, tales como el envío de email.
Relación con los clientes (CRM): un objetivo importante de la digitalización debe ser la mejora de los procesos de relación con los clientes. Los sistemas CRM optimizan y coordinan las actuaciones de marketing, permiten mejorar y medir los resultados de cada canal (telefónico, web, email, agentes) y transmiten, a la vez, una imagen más profesional.
Aplicaciones de Gestión de Empresa (ERP): todas las mejoras que la digitalización puede aportar solo serán realmente eficaces si están conectadas con el programa de gestión que utilice la empresa (facturación, control de existencias, proceso de pedidos los diferentes canales de venta, pedidos de compra, tarifas, etc.). Afortunadamente, el Kit Digital financia aplicaciones que cumplan requisitos de “conectividad” con diferentes servicios digitales: Web, catálogos digitales, proveedores, marketplace o las propias administraciones.
Oficina virtual: un aspecto importante de la digitalización es incluir en el trabajo diario de los empleados herramientas que optimicen y mejoren la productividad, tales como planificación mis proyectos, coordinación de grupos de trabajo, mensajería linterna, almacenamiento compartido, gestión de calendarios, reuniones virtuales, etc. Estas herramientas permiten, además, integrar el teletrabajo de una forma natural y abren un abanico enorme de posibilidades para las empresas, que pueden así, captar talento en zonas geográficas alejadas.
Factura electrónica: los sistemas de facturación electrónica van a ser muy pronto un requisito obligatorio para cualquier empresa, no solo por el ahorro de costes administrativos que pueden suponer, sino también por la obligatoriedad para cumplir las obligaciones tributarias. De hecho, el sistema Ticketbai ya es obligatorio en dos provincias del País Vasco, y pronto se establecerá un sistema similar (VeriFactu) a nivel nacional.
Sistemas de seguridad: se trata de un tema que ha sido ignorado tradicionalmente por las empresas de menor tamaño, si bien los incidentes de seguridad pueden ocasionar un enorme perjuicio económico para cualquier compañía. El kit digital permite financiar dos soluciones relacionadas con este problema: ciberseguridad y seguridad en comunicaciones.
Presencia en marketplace: la participación en las grandes plataformas de venta de Internet se ha convertido en una enorme oportunidad de negocio debido al enorme volumen que gestionan. Además de las más conocidas, tales como Amazon, Ebay, o Aliexpress, existen otras muchas de carácter sectorial, mercados tecnológicos, ocio o grandes cadenas de distribución. Sin embargo, la participación en estos mercados requiere ciertos conocimientos técnicos, que se hacen mucho más exigentes para integrarlos con la web o el sistema de gestión de la empresa.