Exceso de música en plataformas genera caos circulatorio

Por Silvano Rosas

Era algo casi inevitable, pero no menos sorprendente. Ahora se cargan aproximadamente 100.000 pistas nuevas a las plataformas de transmisión de música todos los días, creando así un caos circulatorio en la información.

En la pasada conferencia Music Matters realizada en Singapur el pasado 27 de septiembre y con la asistencia de los máximos responsables de la industria musical mundial, los datos ya no se podían disimular.

Este gran volumen de música, más el contenido asociado adicional en las plataformas sociales, está dificultando cada vez más que los artistas lleguen a una audiencia sustancial en línea. Llegar a su nicho de mercado se convierte en un nuevo dilema cada día.

Por lo tanto, las compañías discográficas, con su capacidad para comercializar, promover y desarrollar artistas, se están volviendo cada vez más críticas a la hora de elaborar un plan efectivo para el desarrollo de las carreras de sus músicos.

Algunos ejecutivos de Warner Music Group han también comentado en el evento Communicopia organizado por Goldman Sachs el 12 de septiembre, que en cualquier día de la semana, se cargan aproximadamente cien mil pistas de música en Soundcloud, Spotify, Apple, YouTube Music y otras plataformas.

La complejidad de poder separar la música de uno de las otras 99.999 pistas cargadas ese día es una tarea increíblemente compleja para realizar campañas de promoción y búsqueda selectiva.

Además de esta nueva realidad, se ha asegurado que el surgimiento de las plataformas Web3 aumentaría esa complejidad para los artistas, debido a la interactividad requerida para hacer que un creador destaque y mantenerlo en el foco mediático en un tiempo medianamente prudencial en términos de promoción.

La mayoría de los creadores no tienen el capital, los niveles de habilidad y la experiencia necesaria para hacer todo eso por ellos mismos. Esa posibilidad, es simplemente remota. Como tal, la empresa Warner Music, ve a la Web3 como una tremenda oportunidad para afirmar aún más su papel en ayudar a los artistas a hacerse notar en un mercado cada vez más saturado.

Esta confirmación de la cifra de cien mil pistas diarias llega apenas 18 meses después de que Spotify anunciara (en febrero de 2021), que se subían a su plataforma más de sesenta mil archivos de música al día.

Ese hito de sesenta mil se superó casi dos años después de que Spotify les dijera a los inversores (en abril de 2019), que se agregarían cerca de cuarenta mil pistas a su servicio cada 24 horas.

Antes de esto, en la primera mitad de 2018, Spotify dijo que cada día subía a su plataforma veinte mil canciones.

Poniendo esas estadísticas en perspectiva, desde 2018 a 2022, el volumen de música que se sube diariamente a Spotify se ha multiplicado por cinco.

Esta información llega justo cuando un importante servicio de transmisión, Apple Music, confirma que la cantidad total de pistas en su plataforma ha ya superado los cien millones.

Esa cifra fue en sí misma superior a los setenta millones de hace menos de dos años.

Al anunciar el hito de los cien millones este mes, la directora editorial global de Apple Music, Rachel Newman, dijo: “Hoy, en cualquier parte del mundo, en 167 países y regiones, cualquier artista de cualquier índole puede escribir y grabar una canción y lanzarla globalmente.

“Todos los días, más de 20 000 cantantes y compositores envían nuevas canciones a Apple Music, canciones que hacen que nuestro catálogo sea aún mejor que el día anterior”.

Pero, la pregunta es: ¿Realmente es cierta la afirmación de Rachel Newman? ¿ Las cien mil pistas nuevas que inundan Apple Music cada 24 horas hacen que su catálogo sea incluso mejor que el día anterior?

¿O en realidad solo lo hacen más grande, más abrumador y menos manejable?

¿Este volumen tan brutal de subidas diluye cada vez más las buenas producciones, haciéndolas cada vez más difíciles de encontrar?

¿Cien millones de pistas en una sola plataforma..? Si todas esas pistas se equilibraran en 3 minutos por pieza, nos llevaría aproximadamente 571 años escucharlas una tras otra, sin dormir.

Eso es obviamente imposible en una vida. O, de hecho, en cinco vidas. Entonces, ¿a quién beneficia realmente este pantano de música en constante mutación?