Borrell reclama una respuesta «firme y unida» de los 27 ante a la deriva en Rusia

Por Redacción

El Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, ha reclamado este lunes una respuesta «firme y unida» de los Veintisiete ante la deriva democrática en Rusia, donde el caso del opositor Alexei Navalni ha evidenciado el alejamiento de Bruselas y Moscú.

En la reunión del consejo de Asuntos Exteriores, los ministros del ramo tendrán sobre la mesa la posibilidad de adoptar sanciones por el envenenamiento y encarcelamiento de Navalni y la oleada de represión contra los manifestantes prodemocracia en Rusia.

«Está claro que Rusia está en una línea de confrontación. Habrá un debate importante sobre cómo reaccionar ante esto y espero que lo hagamos de una forma unida y firme», ha señalado el jefe de la diplomacia europea a su llegada al encuentro.

«Espero que podamos traer noticias importantes y positivas», ha afirmado Borrell sobre la cita de ministros de Exteriores, una de las pocas que se celebran en formato presencial en Bruselas, precisamente para facilitar la toma de decisiones.

En Bruselas el caso de Navalni se ve como un ataque a los Derechos Humanos, por ello sobre la mesa está la opción de recurrir por primera vez al nuevo régimen de sanciones horizontales contra violaciones de derechos. Sin embargo, no se espera todavía la adopción formal de medidas, sino un posible principio de acuerdo de los Veintisiete para activar los mecanismos comunitarios.

A la espera de que lo que decidan los estados miembro este lunes, el trato con Rusia estará presente en el Consejo Europeo de finales de marzo, en el que los líderes de la UE revisarán el estado de las relaciones darán una dirección sobre como encarar el futuro con Moscú.

Así las cosas, el ministro de Exteriores alemán, Heiko Maas, se ha mostrado partidario de una nueva lista de sanciones individuales para reforzar la presión, si bien ha advertido de que se debe también «buscar vías de diálogo» con Moscú, porque es un socio relevante con el que abordar otros conflictos internacionales, aún cuando las relaciones entre Rusia y la UE estén atravesando «un bache».

De manera similar se ha expresado a su llegada a la reunión en Bruselas la titular española, Arancha González Laya, para quien el bloque «no puede permanecer impasible» ante el deterioro tanto de la situación dentro de Rusia como de las relaciones bilaterales.

«Reaccionaremos, reaccionaremos con unidad, todos juntos», ha asegurado González Laya, quien, no obstante, ha recalcado también la necesidad de discutir sobre el «espacio de colaboración» que la UE debe tener con Rusia, porque son territorio vecinos «con intereses comunes como la lucha contra el cambio climático o el acuerdo con Irán».

En el debate sobre la posibilidad de nuevas sanciones, el ministro de Exteriores rumano, Bogdan Aurescu, ha asegurado que existe ya «una gran mayoría a favor» de adoptarlas, en un momento de «inflexión» en las relaciones entre Rusia y la UE porque Moscú ha optado por una actitud «asertiva».

Con todo, Aurescu ha apuntado que a largo plazo se deberá pensar en un enfoque más estratégico en las relaciones con Rusia, además de buscar una mejor cooperación con otros aliados con Estados Unidos, la OTAN o Reino Unido.

Para el jefe de la diplomacia lituana, Gabrielus Landsbergis, el controvertido viaje de Borrell fue una «oportunidad perdida» y ha abogado por discutir sobre qué es lo que los Veintisiete quieren lograr en sus relaciones con Rusia, para lo que ha pedido que el debate se centre «en valores y no en intereses».

La ministra de Estonia, Eva Liimets, por su parte, ha confiado en tener un debate «abierto y franco» a 27 que permita unificar la posición para promover medidas restrictivas frente a la «inaceptable» detención de Navalni y de otros manifestantes.

También la responsable de Exteriores en Suecia, Ann Linde, ha dicho esperar que el marco de sanciones para actuar frente a violaciones de los Derechos Humanos permita a la UE actuar por el caso Navalni.