La tenista japonesa Naomi Osaka ha conquistado este sábado el título del Abierto de Australia, primer ‘Grand Slam’ de la temporada, después de imponerse en la final a la estadounidense Jennifer Brady (6-4, 6-3), por lo que alza su cuarto ‘grande’, segundo en Melbourne.
El poderío físico de la número tres del mundo, de 23 años, no tuvo rival en el duelo celebrado en la Rod Laver Arena de Melbourne Park, que ya había coronado a la nipona en 2019. Desde que salvó dos bolas de partido ante la española Garbiñe Muguruza en octavos de final, Osaka fue creciendo en un certamen en el que no ha vuelto a conceder un set.
Arrolló a Serena Williams en semifinales y ha vuelto a arrasar en la final, resuelta en una hora y 17 minutos. Agresiva desde la línea de fondo y solvente con su saque, rompió el saque de Brady, número 24 del ranking WTA, en el cuarto juego, y aunque esta le respondió con un ‘contrabreak’ consiguió cerrar el parcial a su favor al resto.
El 4-0 de salida en el segundo set la encaminó hacia la victoria, y ni la rotura de la norteamericana en el quinto juego la distrajo de su objetivo, logrado en apenas una hora de juego.
De esta manera, Osaka conquista su segundo título en Australia, tras el de 2019, y su cuarto ‘grande’, después de conseguir también los US Open de 2018 y 2020. En total cuatro finales de ‘Grand Slam’ jugadas y las cuatro ganadas; siete títulos WTA, cuatro de ellos ‘grandes’. El circuito femenino apunta a una nueva dominadora.