Los líderes de los países del G7 han prometido donar 4.000 millones de dólares (más de 3.200 millones de euros) a las iniciativas ACT-Accelarator y COVAX, puestas en marcha por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que pretenden apoyar las campañas de vacunación contra la COVID-19 en los países más pobres.
En un comunicado conjunto, los líderes del G7, que agrupan a los siete principales poderes económicos a nivel global, han trasladado su «decisión» de «trabajar juntos» para vencer a la pandemia, antes de asegurar que intensificarán la cooperación en la respuesta sanitaria al COVID-19.
Así, el apoyo del G7 a las iniciativas de la OMS asciende hasta los 7.500 millones de dólares (más de 6.100 millones de euros). En este sentido, los países –Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido– han señalado su intención de trabajar junto a la OMS y apoyar su «papel de liderazgo».
«Invitamos a todos los socios, incluido el G20 y las instituciones financieras internacionales a que se unan a nosotros para aumentar el apoyo al acelerador ACT-A e, incluso, para aumentar el acceso de los países en desarrollo a las vacunas aprobadas por la OMS a través de COVAX», han agregado.
En este sentido, los líderes del G7 han sostenido que la pandemia de COVID-19, que ya ha dejado más de 110 millones de contagiados y más de 2,4 millones de muertos a nivel global, ha mostrado que el mundo «necesita defensas más sólidas contra los riesgos futuros para la seguridad sanitaria mundial».
El director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha aplaudido el compromiso del G7 y ha recordado que «sin la solidaridad global, este virus no puede vencerse». Durante su intervención en la Conferencia de Múnich, ha indicado que dejar a los países pobres sin vacunar permitirá al SARS-CoV-2 mutar y, en consecuencia, las vacunas se volverán menos efectivas, según ha recogido la agencia de noticias DPA.
Por su parte, tras la reunión, la canciller de Alemania, Angela Merkel, se ha mostrado «dispuesta» a ceder a los países más pobres del mundo una parte de la cuota de vacunas del país europeo.
«Lo importante es que la vacuna llegue y que no solo se hagan promesas de dinero», ha dicho. «Y ahí es donde la cuestión de cuántas de nuestras dosis podemos donar puede tener importancia», ha agregado, aunque ha matizado que todavía no se había discutido ni el volumen ni los plazos.
El presidente francés, Emmanuel Macron, está presionando para que los países ricos cedan cuanto antes entre el cuatro y el cinco por ciento de sus dosis de vacunas a los países más pobres. Según declaró el jefe de Estado francés al ‘Financial Times’, lo debatió con Merkel y ella secundó la propuesta.
Merkel ha insistido en que es «una cuestión elemental de justicia», aunque ha destacado que los gobiernos de los Estados democráticos también tienen un deber con sus propios ciudadanos y «no pueden limitarse a utilizar diplomática y geopolíticamente la vacuna producida en Europa».
Mientras, fuentes europeas han señalado que, durante la cumbre del G7, la Unión Europea ha insistido en la necesidad de acelerar el proceso de vacunación a nivel global. Asimismo, ha hecho hincapié en que la vacunación es un «bien público global» y han saludado que el comunicado del G7 refleja «claramente» este punto de vista.