El presidente ejecutivo de Gestamp, Francisco J. Riberas, ha señalado este jueves que la economía mundial se encuentra en un momento de «cambio de época» en el que las decisiones «que se tomen o no se tomen pueden marcar el futuro», al tiempo que, en este contexto, ha apostado por aprovechar los fondos europeos de recuperación para «una nueva fase de industrialización» sobre todo en el sector del automóvil.
Así lo ha señalado el empresario de raíces castellanoleonesas durante la conferencia que ha ofrecido dentro del acto de apertura del ‘Curso Económico’ de Castilla y León, organizado por la Cámara de Valladolid y que se ha celebrado en el Auditorio 2 de la Institución ferial vallisoletana.
Riberas ha repasado el contexto económico actual, ante el cual ha confesado que no es «muy optimista», tanto en términos macroeconómicos como más centrado en el sector de su compañía, el automovilístico, pero también ha aportado una visión de la estrategia que considera que se debe seguir ante este momento «transcendental».
Para Riberas, «parece» que los actores económicos vuelven del verano «más tristes y pesimistas» ante los «niveles de incertidumbre tan elevados», pero ha recalcado que aunque la situación sea complicada por factores como la elevada inflación, el contexto geopolítico o los problemas con los suministros, ahora «se están repartiendo cartas nuevas».
«Las decisiones que tomemos todos a nivel de empresa van a determinar mucho el futuro de todos. En estos momentos de crisis se crean las diferencias entre las compañías», ha advertido Riberas.
«Veremos si es crisis o no, y cuanto puede durar», ha matizado el directivo de Gestamp, que ha añadido que en todo caso esa situación de crisis puede ser muy variable en función del país.
De hecho, ha puesto el ejemplo del tema de los suministros y del temor a que haya una carencia de materias primas en los próximos meses, ante lo cual prevé que en España no va a haber «realmente» problemas de abastecimiento, aunque es posible que se den «fuertes» subidas en los precios. Sin embargo, ha apuntado que en Alemania existe «un verdadero pánico» debido, entre otras cosas, a la excesiva dependencia del gas procedente de Rusia.
Ese riesgo geopolítico «va a estar ahí», como ha apuntado Riberas, al igual que la inflación que ha recordado que «ya se ha comprobado que no es coyuntural».
En el sector del automóvil se da la situación de la crisis de los semiconductores, que ha impedido una recuperación del mercado tras la bajada de producción durante lo más duro de la pandemia de Covid-19, si bien ha advertido de que «puede haber una demanda retenida que lo cierto es que pueda ayudar».
En este sector, ha incidido en el aspecto de la electrificación en el sector del automóvil, que consiste en «una autentica revolución», ya que ha recordado que se va a pasar «en apenas unos años» de «prácticamente ningún coche eléctrico» a que representen en torno a un 75 por ciento del parque de automóvil mundial en 2040.
Eso sí, ha matizado que también se debe avanzar mar en la producción de energías procedente de fuentes renovables, ya que se estima que solo así se conseguiría reducir realmente a cero las emisiones que genera la automoción.
Otro aspecto importante, para el empresario madrileño, es «replantear toda la cadena de suministros», pues se ha preguntado si «realmente ha merecido la pena» trasladar buena parte de la producción de suministros a países como China.
Con todo ello, ha apuntado que las empresas del sector del automóvil se encuentra actualmente en una situación «de esquizofrenia, por un lado tratando de reducir costes y por otro tratando de liderar la transición al eléctrico».
EL SECTOR DEL AUTOMÓVIL EN ESPAÑA
Más centrado en el país, Riberas ha incidido en que la situación del sector «es clave» y ha planteado como desafío intentar ser los segundos productores en vehículo eléctrico, al igual que el país ocupa esa posición en producción de vehículos. «Debemos impulsar la producción desde aquí, pelear para conseguir fábricas de baterías, que esos coches se fabriquen aquí», ha enfatizado.
Para ello, ve necesario aprovechar los fondos europeos de recuperación para «reforzar el sector industrial» y emprender en España una «nueva fase de industrialización» ya que ha considerado que desde hace unos años «se ha dejado caer» la industria, que ahora tiene un peso «bajo» y, a su juicio, «España no puede tener solo servicios y turismo».
En el acto, al que han asistido un buen número de representantes de la sociedad y la política vallisoletana y castellanoleonesa, entre ellos el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, ha intervenido también el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, que ha recordado que las previsiones económicas que se manejaban hace un año eran mejores que las actuales.
Eso sí, ha defendido que Valladolid afronta el futuro «con optimismo» aunque entiende que «el alza de los precios de la energía y la inflación derivada de esa circunstancia, que se ha desatado hasta niveles no conocidos desde hace décadas», han provocado que se vea «con lógica preocupación la situación económica actual».
Mientras tanto, ha recordado que las administraciones públicas están obligadas ahora a adoptar, cada una en el ámbito de sus competencias, «medidas urgentes y eficaces destinadas a favorecer a las familias, a las clases medias y trabajadoras, a los autónomos y a las empresas».
Así, ha citado algunas de las medidas y decisiones que ha tomado el Ayuntamiento de Valladolid «desde hace mucho tiempo» ara ayudar «en estos duros trances», como las ayudas de emergencia a personas, congelaciones de tasas e impuestos desde hace ocho años, o la mejora de los servicios públicos.
El Ayuntamiento, ha explicado, mantiene convenios y medidas con entidades empresariales, asociaciones de comerciantes, hosteleros y hoteleros. Y a ello ha añadido el empeño por mejorar los datos de ocupación laboral, y el apoyo a proyectos industriales como el de Switch Mobility con su futura fábrica de autobuses eléctricos.
Al igual, ha recordado que se dan pasos para modernizar Valladolid, para hacerla una ciudad «más próspera y sostenible» y para ello se han captado ya 24,4 millones de euros de Fondos europeos.
El presidente de la Cámara de Valladolid, Víctor Caramanzana, ha recalcado que la situación actual es «más de un cambio de época que de una época de cambios», y se ha referido a las prioridades mostradas por los empresarios de la provincia en una reciente encuesta, lo que coincide según asegura con el plan estratégico de la Institución cameral.
Así, se ha referido como «palancas» a las acciones de digitalización de empresas, sostenibilidad por la vía de la financiación y la formación tanto en la Escuela de Negocios de la Cámara, «un elemento fundamental para la retención del talento en Castilla y León», o el proyecto de renovación de la Escuela Internacional de Cocina, con el objetivo de que sea la «más importante del sur de Europa».
También ha tomado la palabra el presidente de la Diputación provincial, Conrado Íscar, ha reconocido que existe la «amenaza de un duro invierno», pero ha incidido en que «no se trata de ser pesimista, sino realista» para poder tomar las decisiones más adecuadas.
En este contexto, ha garantizado que la Institución que dirige estará «al lado de las empresas».