Una de las obras más enigmáticas del romanticismo alemán es aquel cuadro titulado El caminante sobre el mar de nubes (Der Wanderer über dem Nebelmeer, en alemán). Algo parecido a lo que sintió el protagonista que se asoma ante un mar de nubes es lo que, seguro, pude sentir quien se asome a este peculiar edificio, creado por Bjarke Ingels Group (BIG) y Barcode Architects. Concebido como un edificio de viviendas, al que han llamado Sluishuis, está llamado a convertirse en uno de los nuevos iconos de Ámsterdam.
El proyecto que ha sido desarrollado y construido por VORM, BESIX Real Estate Development y BESIX Nederland, se erige como un punto de encuentro en el que convergen el agua, el paisaje rural y la ciudad, y se encuentra dentro del creciente barrio residencial de IJburg. “El programa residencial consta de 442 apartamentos. Las viviendas de alquiler y las ocupadas por sus propietarios se alternan en todo el edificio y brindan espacio para varios grupos objetivo, niveles de ingresos y categorías de edad”, explican desde Barcode Architects.
Tomando forma con una geometría única, el edificio se eleva desde una esquina para invitar al agua a entrar en su patio escalonado. Las estructuras parecen flotar sobre la superficie del agua para ayudar a los visitantes a encontrarse con el mar en un conjunto de agradables terrazas verdes a lo largo de la costa.
El zócalo albergará un programa variado que incluye una escuela de vela, un centro de deportes acuáticos y un restaurante con una amplia terraza al sol. Los residentes y visitantes entran por el patio. La pasarela al techo de Sluishuis ofrece a los visitantes y residentes una vista espectacular del agua y el vecindario. Un paseo marítimo con treinta y cuatro casas flotantes rodea el edificio. El paisaje del embarcadero favorece el contacto con el agua con varios lugares de amarre, cubiertas para sentarse y jardines flotantes.
“Nuestro Sluishuis se concibe como una manzana en el centro de Ámsterdam flotando en el lago Ij, completa con todos los aspectos de la vida de la ciudad. Hacia la ciudad, el edificio del patio se arrodilla para invitar a los visitantes a subir a su cubierta y disfrutar de la vista panorámica de la ciudad. Hacia el agua, el edificio se eleva desde el río, abriendo una puerta gigante para que los barcos entren y atraquen en el puerto/patio. Un edificio dentro del puerto, con un puerto dentro del edificio, señala Bjarke Ingels, socio fundador de BIG.
A través de su paleta de materiales, el conjunto habitacional Sluishuis busca tanto el contraste como la conexión con su entorno. El equipo de diseño optó por materiales naturales para garantizar que la apariencia del edificio se mantuviera rica y natural a lo largo del tiempo. La fachada de aluminio abstracto, sin tratar, refleja el agua y le da al volumen un aspecto diferente en cualquier momento del día. En contraste, las azoteas escalonadas y el paseo del malecón están hechos de madera, lo que le da una apariencia táctil.
Además de por su innovador diseño, Sluishuis destaca por ser los altos estándares de sostenibilidad. Tiene un coeficiente de rendimiento energético (EPC) de 0,00. Los requisitos de calefacción del edificio se han minimizado mediante la combinación de excelentes técnicas de aislamiento, triple acristalamiento y recuperación de calor de los sistemas de ventilación y duchas. El edificio se calienta mediante una combinación de calefacción urbana de bajo consumo y bombas de calor para agua caliente y refrigeración.
El consumo de energía del para calefacción, bombas de calor, ventilación e iluminación LED está totalmente cubierto por aproximadamente 2.200 m2 de paneles solares. Junto con estos aspectos técnicos, se prestó mucha atención a la vegetación y la recolección de agua en el desarrollo de Sluishuis. En el frente, los costados y en el patio hay jardines con especies vegetales autóctonas. La vegetación corre a través de las terrazas de la azotea hacia arriba en jardineras integradas. En el techo, esto sirve como ayuda para crear una agradable atmósfera más saludable y ecológica.
