Quién es quién en la inteligencia artificial en España

Por Belén Rodrigo

El pasado mes de diciembre el Gobierno presentó su Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial (ENIA). Se trata de un documento con el cual se espera situar a España en la línea de los países líderes en la investigación y el uso de esta materia, y a su vez, que sea decisivo en el desarrollo económico y social del país. Se destinarán 600 millones de euros hasta el año 2023. Ya en los Presupuestos del Estado para 2021 se prevén 330 millones para inteligencia artificial (IA) y Economía del Dato. A esta inversión pública se une la aportación del fondo Next Tech, de naturaleza público-privada, que persigue impulsar el emprendimiento en tecnologías digitales habilitadoras. En su conjunto, el Gobierno espera movilizar una inversión privada de unos 3.300 millones de euros. ENIA ha fijado un plan de acción con seis ejes estratégicos: la innovación en IA, el desarrollo de infraestructuras, el impulso del talento nacional, la integración de la IA en la cadena de valor, su uso en la Administración y el impulso de un marco ético.  Se debe tener en cuenta que países como Francia disponen de 1.500 millones de euros para el periodo 2018-2022 y Alemania de 3.000 millones entre 2019 y 2025.

¿Pero de dónde partimos en España para llevar a cabo esta estrategia? ¿Qué se está haciendo en esta materia? ¿Quiénes son los rostros que lideran la IA en nuestro país? Para entender el camino que sigue nuestro país es importante tener en cuenta que al hablar de IA hay que hacerlo como mínimo de tres niveles o tipos de actividad. La investigación, la innovación (que se puede medir a través de patentes de IA, startups…) y el uso y despliegue de la IA y su incorporación en el tejido productivo, en la economía y también en las administraciones públicas. «En función de la dimensión de la que estemos hablando estamos en situaciones diferentes», comienza por explicar Nuria Oliver, doctorada en IA por MIT (Massachusetts Institute of Technology) y cofundadora de ELLIS (European Laboratory for Learning and Intelligent Systems; en la foto, Nuria Oliver con un grupo de esta iniciativa). «En general España, igual que Europa, se ha quedado relegada en IA frente a EE.UU., Canadá y China, tanto en investigación como en innovación y en uso y despliegue en IA». Dentro de Europa hay algunos países que destacan más que otros, como Reino Unido, Alemania o Suiza. Pero «nosotros en investigación no estamos mal situados si miramos el número de publicaciones científicas, aunque debemos ver su impacto en el mundo real. A nivel de innovación, hay algunos núcleos más potentes de innovación en Madrid y Barcelona. En el uso y despliegue de la IA hay bastante recorrido por hacer teniendo en cuenta que en nuestro país la mayoría de las empresas son pequeñas, y por lo general, son las grandes las que están más avanzadas en el uso de la IA», explica Oliver. Ella es una de las principales figuras de IA en nuestro país. Después de trabajar más de siete años en los laboratorios de investigación en Microsoft, regresó en 2007 a España como directora científica de Telefónica I+D, puesto en el que permaneció hasta 2016. Tiene una gran experiencia investigadora en el modelado y predicción del comportamiento humano a partir de datos usando técnicas de IA y en el diseño de sistemas interactivos inteligentes. 

Esta ingeniera de Telecomunicaciones recuerda que la IA es una disciplina dentro de la ingeniería o la informática cuya aspiración es el desarrollo de sistemas computacionales, no biológicos, que sean inteligentes, tomando como referencia la inteligencia humana. «Si queremos crear IA tenemos que definir y caracterizar lo que es la inteligencia humana, la cual es compleja, múltiple y no la entendemos en su totalidad», señala. En la IA hay muchas áreas de conocimiento que intentan replicar computacionalmente algunas de las habilidades humanas. » Todos interaccionamos con sistemas de IA en nuestro día a día. Una de las grandes herramientas que son nuestras ventanas hacia la IA son nuestros móviles, porque la mayoría de las aplicaciones dependen de la IA», cuenta Oliver. El reto que tiene España y Europa «es que estos ejemplos no están hechos en Europa. Ahora mismo domina un oligopolio de empresas tecnológicas norteamericanas o chinas tanto en la investigación, como en la innovación y en el despliegue de la misma», apunta la ingeniera. Cree que se trata de una situación «muy preocupante, reconocida por la Comisión Europea», pero a su vez ha dado lugar al desarrollo de una estrategia en IA con una propuesta de inversiones en investigación, innovación y desarrollo de miles de millones de euros para poder cerrar la brecha de inversión que existe ahora.

Retener el talento  

Dentro de este contexto destaca ELLIS, el laboratorio europeo para el aprendizaje y los sistemas inteligentes.  Es el resultado de un movimiento de la comunidad científica europea, de los mejores investigadores europeos en machine learning, la disciplina dentro de la IA que se dedica al aprendizaje automático. «Creamos ELLIS en 2018 con el objetivo de contribuir a la soberanía tecnológica europea en IA a través de la creación de una red de excelencia científica en investigación que fuese lo suficientemente atractiva como para retener, atraer y cultivar la próxima generación de talento investigador europeo en Europa», puntualiza Nuria Oliver, cofundadora y vicepresidenta de ELLIS. En 2019 se lanzaron unos programas paneuropeos de investigación y ahora hay 14. «La idea es agrupar a todo este talento excelente y organizar workshops para intercambiar ideas, buscar oportunidades de hacer investigación», resalta.

La misión última de ELLIS es poder crear una red de institutos que sean centros de referencia a nivel mundial de investigación en machine learning, y «de esta forma el talento europeo querrá venir aquí». Una propuesta ambiciosa, que no se producirá de un día para otro. Por eso un paso intermedio ha sido la creación de unidades ELLIS, «grupos excelentes de investigación que científicamente son líderes con reconocimiento a nivel mundial, pero que también tienen interés en lograr un impacto económico y social positivo en los distintos ecosistemas donde se encuentren». Oliver dirige la Unidad Fundación ELLIS de Alicante, donde la idea «es hacer investigación de máximo nivel en la intersección de la IA y las personas, tanto a nivel individual como colectivo, de sociedad. Es la única unidad ELLIS dedicada a este tema y la única fundación sin ánimo de lucro dedicada a la IA en España», aclara la investigadora.

La investigación en IA que se lleva a cabo en España es en el sector público: «No hay tradición de hacer investigación científica sólida en las empresas. El sistema está orientado a investigación en las universidades o en el CSIC», se lamenta Nuria. Eso sí: las grandes empresas en banca, telecomunicaciones y consultoría «tienen sus propios equipos de IA, de científicos de datos, y todas usan técnicas de IA en sus operaciones internas y externas para ofrecer mejores servicios a los clientes».

Machine learning

Francisco J. Martín es otro de los españoles de referencia cuando hablamos de IA en España. En su caso, además, ha sabido desarrollarlo con un punto de vista comercial. Conoció en 1998 en Barcelona a Tom Dietterich, uno de los padres del machine learning, y se marchó con él a EE.UU.  «En el 2003 nadie prestaba atención a estos temas, y ahora es lo más popular del mundo», recuerda Martín. Estuvo trabajando para algunos proyectos y le surgió la oportunidad de crear una compañía de sistemas de recomendación. «Yo he tenido siempre esa parte emprendedora. La ciencia está muy bien, pero si inventas cosas y no las ves en funcionamiento, pierde su gracia. No quiero esperar al siguiente siglo a ver que tus invenciones las han utilizado otros. Prefiero aprovechar lo que invento», añade.

El ahora cofundador y CEO de BigML cree que existe mucho talento en España, pero el problema está en la parte de la aplicación, en «el número de compañías que pueden generar alrededor de estos temas, que contraten ingenieros y creen nuevos puestos de trabajo. Falta que este tipo de tecnologías se exporte». Los presupuestos son muy pequeños si se comparan con otros países: «Una sola compañía de reciente creación en EE.UU. tiene la capacidad de invertir los 600 millones de euros anunciados por España para los próximos tres años», puntualiza. Si la situación no cambia, teme que «España quedará por debajo de la media en la nueva división que se va a crear entre los países que son sofisticados tecnológicamente y los que no lo son, y no será partícipe de toda la riqueza que se va a generar». En su opinión, en España no hay capacidad para ser pacientes en la inversión en tecnología. Se cree que el retorno es a corto plazo, «y no se dan cuenta de que en tres o cuatro años pueden generar riqueza». Resalta el hecho de que en España hay mucha gente con muchas ganas, sobre todo aquellos con un buen expediente académico. «Pero, normalmente, la gente muy talentosa encuentra una vía en la parte académica en lugar de encontrarla en la empresa, y además está mal visto que alguien deje su carrera o doctorado para poner en marcha una compañía», reflexiona. Le llaman también la atención  las grandes inversiones que se hacen en España por tener los mejores edificios en las universidades. «En EE.UU. se pueden caer a pedazos, pero el dinero va a la gente, a la ciencia», añade.

En 2011 se puso en funcionamiento BigML. «Después de varios años trabajando en machine learning nos dimos cuenta de que había herramientas que te permitían utilizarlo, pero estaban hechas por científicos para científicos. Eran muy complicadas», cuenta Martín. «Había una oportunidad de hacer una herramienta más fácil, que fuera accesible a todo el mundo», añade. Tras 10 años trabajando en esta empresa, no tiene dudas de que han hecho cosas muy interesantes. Empezaron antes que nadie. Microsoft intentó comprarles en 2013 y Amazon en 2014. Tal y como señala el cofundador de BigML, muchas de las técnicas que se utilizan en machine learning no son nuevas: «Se inventaron hace décadas, pero se utilizan ahora porque se producen una confluencia de factores. Por un lado las técnicas ya están maduras para entenderlas, y por otro los ordenadores son cada vez más potentes y baratos. Además de la digitalización iniciada en el 95», comenta Francisco J. Martín.

De cara al futuro, hay camino por recorrer. En los últimos diez años se han producido sobre todo avances en machine learning, pero «hay muchas otras partes en las que estamos muy verdes, como el conocimiento, la representación del conocimiento, la optimización, la planificación…. Para hacer un sistema inteligente necesitas una combinación de todas estas técnicas. Hasta que no alcancen el mismo nivel de madurez que machine learning, será muy difícil que hagamos algo medianamente inteligente», indica Francisco J. Martín. Reconoce que hay una oportunidad muy buena. Está todo por inventar, y España debería centrarse y buscar que las compañías más grandes consumiesen tecnología que «crean los jóvenes en una startup (empresa tecnológica de reciente creación), por ejemplo. No hay un ecosistema local para aprovechar esta gran oportunidad», señala.

Consorcios europeos 

Óscar Corcho, catedrático en IA de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), señala que en estos momentos España «está trabajando fundamentalmente con consorcios europeos en los que se está haciendo investigación básica, creando los nuevos modelos, nuevos algoritmos y su aplicación en distintos tipos de dominios». En su opinión el desarrollo de IA en España no ha sido malo. Está a un nivel parecido al de otros países europeos, pero advierte del protagonismo que está adquiriendo China en esta materia: «Ha hecho unos avances muy potentes en en los últimos 4-5 años. Antes no contábamos con ellos para estos desarrollos, y ahora mismo en las grandes conferencias más del 50% de los artículos que se publican provienen de China. Hay recursos y hacen mucha investigación», avisa el catedrático. En los últimos años también hemos asistido a un mayor protagonismo de las grandes empresas en materia de IA, como es el caso de Google, Amazon o Microsoft. «Gracias a la capacidad que tienen de acceder a recursos se pueden permitir entrenamientos de algoritmos que para nosotros serían imposibles», afirma Óscar Corcho.

A nivel académico, la IA se imparte en las carreras informáticas, como asignatura obligatoria, para explicar las bases de esta materia. En las asignaturas optativas los alumnos pueden profundizar sus conocimientos.  También han empezado a surgir los grados de inteligencia de datos, en donde se aplican técnicas de analítica de datos. Y están los másteres en IA, las especializaciones. «Este campo tiene una gran salida profesional, y las empresas tienen dificultades para encontrar personas formadas en IA», reconoce el profesor. Cree que en unos años se verán progresos en nuestro país gracias a la generación de nuevos doctores en IA, pero advierte de que no es posible relajarse porque «hay nuevos países entrando y nuevas necesidades».

Cada vez son más los nombres que destacan en el mundo de la IA, aunque algunos de ellos llevan ya muchos años investigando en esta materia. Es el caso de Francisco Herrera, que cuenta con una importante trayectoria investigadora. Además ha promovido la transferencia del conocimiento y la tecnología en proyectos con empresas. Su actividad investigadora combina investigación básica y aplicada. Posee más de 400 publicaciones en revistas indexadas. Es además uno de los miembros del Consejo Asesor de Inteligencia Artificial creado por el Gobierno. Para Herrera nos encontramos «en un momento muy importante de impulso y transferencia de la inteligencia artificial a la sociedad y a las empresas. Los datos son el nuevo petróleo del siglo XXI, y su análisis y transformación en conocimiento mediante algoritmos de Inteligencia artificial juega un papel fundamental en la Transformación Digital en la que estamos inmersos actualmente». En dicho consejo también figura Asunción Gómez-Pérez, catedrática del Departamento de Inteligencia Artificial y vicerrectora de Investigación, Innovación y Doctorado de la Universidad Politécnica de Madrid. Cuenta con más de 20 años de experiencia internacional en las áreas de ingeniería ontológica, web semántica, datos enlazados, el multilingüismo en datos y la gestión de conocimientos. Lidera el Ontology Engineering Group desde 1995, grupo de investigación de referencia internacional en estas materias. Ha publicado también numerosos trabajos de investigación que han tenido un extraordinario impacto, y es considerada como una de las mujeres más influyentes en el mundo en Web semántica. Es la investigadora principal del primer proyecto que utiliza IBM-Watson en una Universidad española, financiado por IBM USA.

Instituto de Investigación en Inteligencia Artificial (IIIA)  

En España en 1985 se formó el grupo de investigación en Inteligencia Artificial del Centro de Estudios Avanzados de Blanes del CSIC. Este grupo fue la semilla del IIIA-CSIC, fundado en 1994 en el Campus de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Desde su fundación, los científicos del IIIA trabajan en líneas diversas, como la modelización y automatización del razonamiento complejo; el aprendizaje automático; los mercados electrónicos; los robots autónomos y los sistemas multiagente; y en la inteligencia artificial aplicada en la música. Desde el IIIA-CSIC recuerdan que han sido pioneros de la IA en toda Europa. Han desarrollado proyectos muy innovadores, como la creación en 1996 de «Fishmarket», un sistema inteligente de subasta electrónica, uno de los primeros de su tipo en el mundo; también sistemas de inteligencia artificial capaces de interpretar música con expresividad, a finales de la década de los 90.

Son además un referente en el desarrollo de sistemas multiagente, y coordinaron la red Consolider, que agrupa en España los principales grupos de investigación de este ámbito. En 1999 se fundó su primera spin-off, iSOCO, para comercializar componentes de software basados en la IA; en 2004 se fundó una segunda spin-off, Music Strands, de recomendaciones musicales basadas en la IA; en 2012 se crea la tercera spin-off, Cognicor. Actualmente el IIIA forma parte de proyectos estratégicos en el desarrollo de la IA en Europa, como son la construcción de la plataforma europea de IA, AI4EU, y la iniciativa HumaneAI, cuyo objetivo es el desarrollo de la IA para las personas: una IA sostenible y alineada con los valores humanos.

Ramón López de Mántoras (en la foto debajo), profesor del CSIC y ex director del IIIA- CSIC, es uno de los padres de la IA en España, con más de 300 artículos científicos publicados. Entre sus últimos trabajos se encuentra el razonamiento basado en casos, el aprendizaje automático y las aplicaciones de IA en la música. El instituto está ahora dirigido por Carles Sierra, cuyo trabajo de investigación se focaliza en los sistemas inteligentes distribuidos y en las tecnologías del acuerdo, de cómo interactúan los agentes y cómo diseñar marcos para la interacción entre estos. Ha participado en más de cuarenta proyectos de investigación financiados por la Unión Europea.