Gap pierde 211 millones en la primera mitad del ejercicio

Por Redacción

La cadena textil estadounidense Gap cerró el primer semestre de su año fiscal con un resultado negativo de 211 millones de dólares (cifra similar en euros), en contraste con el beneficio neto de 424 millones de dólares del mismo periodo del ejercicio precedente, según anunció la multinacional, que ha retirado sus previsiones anuales y está a la busca de un nuevo consejero delegado tras la salida el cargo hace un mes de Sonya Singal.

El deterioro en las cuentas de la firma textil refleja la caída del 10,6% de las ventas en el semestre, hasta 7.334 millones de dólares, después de la pobre recepción de algunas de las propuestas de la cadena, a través de la marca Old Navy, así como del impacto de los mayores costes por la inflación y el deterioro de inventarios.

De este modo, entre los meses de mayo a julio, segundo trimestre fiscal para la compañía, Gap registró pérdidas de 49 millones de dólares, frente a las ganancias de 258 millones de dólares del mismo periodo de 2021, ampliando así a cuatro trimestres consecutivos los ‘números rojos’.

Las ventas de Gap en el trimestre sumaron 3.857 millones de dólares, un 8,4% menos que un año antes, con una caída del 12,5% de los ingresos de Old Navy, hasta 2.090 millones de dólares, mientras que los de la marca Gap bajaron un 9,5%, hasta 881 millones de dólares.

Por contra, la facturación de la marca Banana Republic subió un 8,9% interanual, hasta 539 millones de dólares, y los de Athleta un 0,9%, hasta 344 millones de dólares.

Asimismo, Gap informó de que sus ventas electrónicas cayeron un 6% interanual, hasta representar el 34% de toda la facturación, mientras que las ventas en tiendas físicas cayeron un 10%.

Entre mayo y julio, el margen bruto de Gap sobre las ventas de la compañía retrocedió al 34,5% desde el 43,3% del segundo trimestre del ejercicio anterior. Asimismo, en el trimestre, la firma asumió un impacto adverso de 58 millones de dólares por el deterioro de inventarios.

En este sentido, la cadena advirtió de que su inventario final aumentó un 37% interanual, lo que equivale a un exceso de 3.100 millones de dólares.

La directora financiera de Gap, Katrina O’Connell, explicó durante una conferencia con analistas que la firma registró un impacto adverso de 58 millones de dólares por la cancelación de inventario improductivo, «principalmente estilos y tallas en Old Navy».

«Creemos que tuvimos algunos errores de impresión y color en nuestro surtido de verano, lo que impulsó parte de la debilidad en el trimestre», reconoció la ejecutiva. «Como tantos otros en nuestra industria, estamos gestionando niveles elevados de inventario como resultado de las tendencias cambiantes de la demanda y las preferencias cambiantes de los consumidores», apuntó.

Al cierre del segundo trimestre fiscal, Gap contaba con 3.390 tiendas en 40 países, de las que 2.799 son operadas directamente por la empresa, que prevé abrir en el ejercicio entre 30 y 40 tiendas de la marca Athleta y entre 20 y 30 de Old Navy, mientras que espera cerrar unos 50 establecimientos de Gap y Banana Republic en Norteamérica dentro de su plan de cierre de 350 tiendas.

«Este es un momento crucial», declaró Bob Martin, presidente ejecutivo y consejero delegado interino de Gap, quien aseguró que la empresa está tomando medidas para optimizar mejor la rentabilidad y el flujo de caja en el corto plazo, reduciendo los costes operativos y el inventario improductivo.

En este sentido, dadas las acciones que la compañía tiene en marcha y en medio de una transición para encontrar un nuevo consejero delegado, junto con un entorno macro incierto, la compañía anunció que ha retirado sus anteriores proyecciones para el ejercicio fiscal 2022.

Asimismo, la directora financiera de Gap indicó que en el tercer trimestre la multinacional implementará una reducción en las inversiones generales, incluida una pausa en la contratación y en las vacantes, mientras que revisará las inversiones en marketing y tecnología a la luz del entorno operativo actual, enfocando el gasto en las oportunidades más productivas y de mayor rendimiento.