El osmio se considera actualmente el único metal absolutamente infalsificable. Su estructura cristalina está formada por millones de pequeños y perfectos espejos con alineaciones fijas. Esta estructura permite el reconocimiento indudable de cada pieza de osmio cristalino. También produce un brillo comúnmente llamado brillo de osmio (Osmium-Sparkle).
Pero además de su belleza, el osmio es el más noble y escaso de los metales preciosos y destaca por su valor excepcional y estable. Tiene una valor por gramo mucho mayor que el oro, la plata o el platino. Además, cada pieza de osmio está recogida en la base de datos mundial de osmio. Esto significa que está registrada individualmente, puede ser identificada en cualquier momento y, por tanto, está bien protegida.
El osmio sigue siendo una novedad para la inversión en activos privados, ya que hace sólo unos años que puede adquirirse en su forma cristalina.
En su forma bruta, el osmio es un polvo gris perjudicial para la salud. Sin embargo, desde 2013, el osmio bruto puede cristalizarse y, por tanto, se convierte no sólo en absolutamente inofensivo, sino en el más valioso de los metales preciosos.
La cantidad de osmio disponible en todo el mundo es de algo más de 40 toneladas en total.
También es físicamente especial: tiene la mayor densidad de todos los elementos, el mayor módulo de compresión de todos los materiales, la mayor resistencia a la abrasión, el mejor blindaje contra la radiación gamma y también es superconductor a bajas temperaturas.
Su singularidad y su brillante estructura superficial hacen que el osmio aparezca como el “metal de la próxima generación” (next generation metal). Por ello, los joyeros y las empresas de transformación utilizan cada vez más el osmio en la producción de joyas. El osmio se engasta como un diamante en anillos, broches, pendientes o collares y sustituye al llamado pavé de diamantes, cuya producción requería mucho trabajo en la época anterior al osmio cristalino.
Sin embargo, el osmio sigue siendo principalmente una interesante oportunidad de inversión en bienes tangibles y se ofrece como un nuevo integrante de la cartera de inversión. El osmio no se negocia en bolsa ni se valora mediante una cotización. Existe un precio diario al contado para el osmio, que se actualiza diariamente en Suiza.
El osmio puede comprarse en forma cristalina y certificada muy fácilmente. Los inversores pueden invertir en los llamados discos y barras. En el sitio web www.buy-osmium.com puede encontrar la tienda internacional de osmio. Al igual que otros metales preciosos, el osmio puede almacenarse en una caja fuerte durante largos periodos de tiempo sin necesidad de tomar precauciones especiales.