Tradicionalmente, cuando llega la época veraniega, los temas como el bricolaje quedan a un lado debido a que la mente suele estar más preocupada de las vacaciones y planes sociales que de hacer reformas en casa. Sin embargo, el año pasado ocurrió todo lo contrario como parte de la nueva vida desde que apareció la COVID-19
El interés en el bricolaje ha sido el mayor de los últimos 5 años entre los meses de abril y agosto de 2020 según datos de Google Trends. Concretamente, hizo pico la semana del 19 al 25 de abril de 2020 coincidiendo con la fase menos estricta del confinamiento nacional en la que ya podían incorporarse al trabajo fuera de casa algunos trabajadores no esenciales.
Más ventas online
“Parece ser que tras casi un mes confinados, el aburrimiento y el furor por la cocina dio paso al de las reformas en casa buscando mejorar un espacio en el que antes no se pasaba tanto tiempo”, comentan desde Bricomanitas, web especializada en bricolaje.
Según datos de la misma fuente, el portal experimentó un aumento de tráfico del 22% hacia comparativas de herramientas eléctricas básicas que uno pensaría que ya se encuentran en cualquier casa. Esto sugiere que una buena parte es de nuevos aficionados que no han hecho bricolaje nunca.
También se ha notado más interés en material para el jardín o la terraza, buscando mejorar ese espacio que permite tomar el aire sin enfrentarse a los espacios públicos y sus riesgos. “Esperamos que continúe ese interés creciente en cuanto llegue el buen tiempo. La gente ha descubierto que tener una buena terraza o jardín es un gran valor. Incluso si esta pandemia pasa, ya hemos aprendido que pueden venir otras”, opinan sobre la situación.
Y también en las tiendas físicas
La red de ferreterías Cadena 88 informó de que lo más vendido en sus tiendas han sido productos relacionados con las reparaciones del hogar como pintura, herramientas manuales y eléctricas, útiles de fontanería…
Así mismo, el Instituto Nacional de Estadística también reportaba que en agosto las ventas en la categoría “equipamiento del hogar” registraron su mayor aumento interanual (12,6%) en las ventas minoristas.
Está claro que el sector se ha visto muy beneficiado, también en el comercio más tradicional. Las ferreterías de barrio llegaban a tener extensas colas que lo parecían aún más con la distancia de seguridad de por medio.
El furor por el bricolaje en el futuro
Lejos de ser una moda pasajera, parece que el interés por el bricolaje y el “do it yourself” se mantiene. Los nuevos manitas están para quedarse y hasta los más inexpertos se han atrevido a coger martillos, sierras y taladros para hacer reparaciones o fabricar sus propios muebles.
Librarse del gotelé de las paredes o cambiar el color de la habitación uno mismo también ha despertado cierto instinto ahorrador. Los nuevos amantes del bricolaje se han dado cuenta de que pueden ahorrar algunos euros haciendo ellos mismos trabajos para los que antes llamarían a un profesional. En este aspecto hay que ser cautos también y ser conscientes de lo que se hace, no es lo mismo que quede mal pintada una pared a jugar con la instalación eléctrica y los riesgos que conlleva.
Como anécdota, otro de los productos que han aumentado sus ventas han sido los topes para puertas así que no es de extrañar que muchos se hayan visto forzados a convertirse en pintores. Tener a toda la familia 24 horas en casa, sobre todo con peques, tiene sus consecuencias.
Fuente Comunicae