Asturias, Cantabria, La Rioja, Aragón, Extremadura y Castilla y León reciben una financiación per cápita superior a la media, mientras que la Región de Murcia y la Comunidad Valenciana son las únicas que se sitúan por debajo, según refleja un estudio elaborado por la Cámara de Comercio de España y el Consejo General de Economistas de España, que han presentado este martes y que analiza la evolución de las comunidades autónomas desde la restauración de la democracia.
En rueda de prensa telemática y bajo el título ’45 años de evolución económica, social y empresarial de las Comunidades Autónomas en España (1975-2020)’, los presidentes de ambas instituciones, José Luis Bonet y Valentín Pich, junto con los directores del estudio, Salvador Marín y Raúl Minguez, han dado a conocer este trabajo, que da continuidad a uno anterior presentado en julio de 2020, y que afirma que el sistema del 78 ha traído consigo un aumento de la calidad de vida generalizado a todas las autonomías.
En cuanto a la financiación autonómica, el estudio aborda su evolución desde los años 90 del pasado siglo y, además de la conclusión señalada, también destacan que Madrid y Cataluña, a lo largo de todo el periodo considerado, sitúan su financiación en torno a la media con pequeñas diferencias, mientras que en el resto de las comunidades la situación varía, según los años.
Por lo que se refiere a la presión fiscal en los años 90, Madrid, País Vasco, Cataluña y Cantabria ocupaban los primeros puestos, con Extremadura en último lugar. Sin embargo, en 2018, la mayor presión fiscal se registraba en Baleares y la menor, en Canarias.
En cuanto al esfuerzo fiscal, las mayores tasas en los 90 se registraban en Madrid, País Vasco, Cataluña, Cantabria y Andalucía, y la menor en Baleares; mientras que en la actualidad, el mayor esfuerzo fiscal corresponde a Extremadura y Andalucía, y el menor a Navarra, País Vasco y Madrid.
MURCIA, LA RIOJA Y CANARIAS, DONDE MÁS CRECE EL PIB
Según el estudio, Región de Murcia, La Rioja y Canarias son las comunidades autónomas donde más ha aumentado el PIB en media anual, mientras que Asturias, el País Vasco y Cantabria han registrado el menor avance. A nivel global, el PIB ha crecido una media anual del 2,39% en los últimos 45 años pasando de algo más de 414 millones de euros en 1975 a 1,1 billones en 2019.
En cuanto al PIB por habitante, este ha crecido un 1,75% de media anual durante el periodo analizado. Por encima de ese porcentaje, se sitúan Extremadura, Galicia, Castilla y León, La Rioja y Aragón, que superan el 2%. Por el contrario, los menores avances se han registrado en Baleares, Canarias, Cantabria y Asturias.
Cabe destacar que la población española se ha incrementado un 32,4% en los últimos 45 años, con Baleares, Canarias, Murcia, Madrid y la Comunidad Valencia en cabeza. Por el contrario, Castilla y León, Extremadura, Asturias y Galicia han visto descender su número de habitantes.
Además, Asturias, País Vasco, Galicia y Castilla y León son las regiones con la población más envejecida. En inmigración, son nuevamente Asturias, Galicia y Castilla y León las comunidades autónomas con menos población extranjera.
Otro de los aspectos analizados en el estudio es la evolución del mercado laboral, que muestra un fuerte crecimiento de la población en disposición de trabajar en toda España, si bien este no se ha comportado de manera homogénea. Así, la población potencialmente activa se ha duplicado en Baleares, Canarias y Murcia, mientras que en Asturias, Castilla y León, Galicia y Extremadura apenas ha variado.
En cuanto a la tasa de actividad, esta ha aumentado en todas las comunidades autónomas excepto en Cantabria, Castilla y León, Asturias y Galicia. Del mismo modo, la ocupación se ha incrementado en todas las regiones, excepto en Asturias, Castilla y León y Galicia, donde se ha reducido.
En cuanto al desempleo, por su parte, Extremadura y Andalucía son las dos regiones con una mayor tasa de paro y muy superior a la media nacional, mientras que País Vasco y Aragón son las que menor tasa de desempleo presentan. Además, se desprende del estudio que durante las dos últimas crisis económicas se ha producido una fuerte destrucción de empleo en todas ellas.
En el contexto de la pandemia generada por la Covid-19, ambas instituciones vaticinan que el aumento del desempleo iniciado en los últimos meses a consecuencia del paro de la actividad productiva vaya a seguir aumentando en los próximos meses.
«CENTRAR EL DEBATE EN SALIR DE LA CRISIS»
El presidente de la Cámara de España, José Luis Bonet, ha destacado «el decisivo papel desempeñado por las empresas en la trayectoria seguida por las comunidades autónomas desde 1975. El tejido empresarial se ha afianzado como la base de la actividad económica del país, la principal fuente de empleo, la garantía de la cohesión territorial y el sustento más importante del estado del bienestar y del sector público».
Por su parte, el presidente del Consejo General de Economistas, Valentín Pich, ha puesto en valor el trabajo de las CCAA quienes, «a través del desarrollo de las distintas competencias han sido corresponsables del aumento de la calidad de vida en todas y cada una de las regiones españolas».
«Si bien quedan cuestiones por resolver con respecto a nuestro sistema de organización territorial, como el relativo al sistema de financiación, ahora el debate hay que centrarlo necesariamente en salir de la crisis y, para ello, todas las Administraciones habrán de seguir remando en la misma dirección con una actitud franca, transparente y cooperativa», ha concluido Pich.
Durante su intervención, Raúl Mínguez ha subrayado «la creciente y generalizada vocación internacional e innovadora», así como una mayor productividad del tejido empresarial de las diferentes regiones españolas en las últimas décadas. Además, ha avanzado que tras superar este crisis, las empresas señalan como «retos inminentes» el cambio de modelo productivo territorial con una mayor presencia de la industria, la estabilidad y la calidad laboral.
Por su parte, Salvador Marín ha aseverado que tras dirigir este trabajo pueden afirmar «que el conjunto de España ha experimentado en estos años una profunda transformación en su organización territorial, económica, institucional y empresarial, convirtiéndose en uno de los países con uno de los niveles más altos de descentralización a nivel político y territorial, con unas instituciones muy serias en los diversos ámbitos de competencia».