La sequía puede provocar unas pérdidas de más de 8.000 millones en el campo, según ha estimado la organización agraria Asaja, que ha demandado al Gobierno ponerse al frente de la gestión de la crisis «como han hecho otros gobiernos europeos» y la presentación de medidas urgentes .
La organización agraria ha señalado que dichas pérdidas se generan al verse mermadas las principales producciones agrícolas: un 30% de reducción de cosecha en cultivos de invierno o entre un 40% y 50% de reducción de maíz, tanto en superficies como en producción, y cerca de la mitad de la producción estimada en olivar, tanto para mesa como para almazara.
A ello se suman bajos rendimientos en girasol, que han neutralizado el incremento de superficies, adelantos importantes en la vendimia y reducción prevista de la cosecha entre un 25 y un 30%, así como la caída de la producción en almendros, con un 80% de pérdidas estimadas.
Asaja ha añadido que a estos datos «desalentadores» de campaña y de previsiones a corto plazo hay que añadir las posibles restricciones que puedan sufrir los casi cuatro millones de hectáreas de regadío en España, que suponen una parte fundamental en la producción agrícola.
«Si hace años se hablaba de una España húmeda y una España seca, desgraciadamente hoy solo podemos hablar de una España seca», ha lamentado el presidente de Asaja, Pedro Barato.
Respecto a los sectores ganaderos, Asaja ha denunciado la falta de pastos naturales y el incremento «desorbitado» de los costes de alimentación del ganado, que han provocado situaciones «dramáticas» como el cierre de explotaciones o el obligado sacrificio de cabezas de ganado ante la imposibilidad de asumir estos costes ni poder repercutirlos en los siguientes eslabones de la cadena.