En manos del prodigioso arte de Augusto Mendoza Mendieta, conocido mundialmente como Guto Ajayu, la madera, el lienzo y el papel se vuelven el punto de fusión entre la memoria cultural precolombina de su natal Bolivia y la más genuina expresión del arte urbano, irreverente, de estética naif.
Disciplinado, ambicioso y creativo, este joven artista ha deslumbrado a los amantes del arte pictórico con sus obras llenas de historia, color y rebeldía.
Riqueza cultural que viaja al presente
Egresado como licenciado en Bellas Artes en la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), en Bolivia, Guto se ha inspirado en los recuerdos de su infancia, transcurrida en Los Andes y la Amazonia, para hacer estallar sus creaciones con la magia de vibrantes colores. Sus necesidades de expresión y libertad en la adolescencia le llevaron a plasmar su arte, con influencias precolombinas de etnias como la Aymara, desde la vocación de un grafitero atraído por el movimiento Pop Art.
“Me veo como un arqueólogo estético, como un ser que investiga el arte, la forma de vida y la filosofía del pasado. El último hijo del Sol, heredero espiritual de los imperios antiguos. Hay que preservar la memoria cultural y la memoria de nuestros orígenes”, expresa el artista desde su página web.
Su portal de internet incluye también la tienda online desde donde clientes de todo el mundo pueden comprar las obras, con envío gratuito.
El encuentro entre la iconografía ancestral y los símbolos urbanos ocurre en cada superficie bañada por el talento de Guto Ajayu. “Mi búsqueda de los orígenes de la humanidad también es técnica. Intento deconstruir mis conocimientos y volver a los inicios del ser humano, al niño interior y dejar fluir los impulsos en mi obra”, destaca el artista.
Diversos formatos y superficies para la expresión
La vista se complace con el concepto aesthetic, presente en todas las piezas que ofrece el pintor y escultor. El arte Andino Pop es plasmado por Guto Ajayu en acrílico sobre lienzo de grande, mediano y pequeño formato, así como acrílico en madera reciclada o en las técnicas de esmalte en papel, acrílico en papel, óleo en madera o lienzo y muchas más propuestas.
La imagen del guerrero del sol plasmada con fina ironía, acompañada de elementos actuales o la estampa de coloridos dioses, animales y vegetación, con el contraste de los colores vibrantes sobre fondo negro, son algunos de los planteamientos estéticos del pintor.
Orgulloso de su perseverancia y disciplina creativa, Guto agradece a la vida que en los momentos más duros de la pandemia del COVID-19 experimentó la expansión de su arte en los Estados Unidos, Inglaterra y Francia, entre muchos más destinos.
Las personas que conocen a Guto Ajayu saben que es tan indetenible como los guerreros de luz presentes en la ancestralidad que tanto le apasiona, esa memoria que honra con su arte, trayéndola al presente, perpetuándola en el futuro.