Todas las funciones de internet pueden suponer algún tipo de riesgo para la seguridad de los usuarios. En particular, las páginas web fraudulentas son utilizadas por piratas informáticos para obtener datos personales o bancarios de las personas que ingresan allí sin saber a lo que se exponen.
Según los especialistas de la empresa DATCON NORTE, una página web falsa es una copia más o menos exacta de una página verdadera. Las que con mayor frecuencia se duplican son las webs de las tiendas online o de entidades oficiales. Afortunadamente, hay varias acciones o consejos que es posible seguir para evitar estas falsificaciones y garantizar la protección de datos personales.
Lo primero que recomiendan los expertos es buscar el candado. En todos los navegadores, a la izquierda de donde se inserta la dirección de un sitio web, hay un emoticono de un candado. Pulsando sobre él es posible conocer si la página cuenta con un certificado digital y, de ser así, la navegación a través de esta es cifrada. En el caso contrario, todos los datos que se ingresen pueden ser capturados.
También es importante prestar atención al diseño y la composición de la página web. Al ser una copia, las páginas fraudulentas pueden ser muy similares, pero nunca van a ser iguales en un 100 %. Uno de los errores que puede delatar a estas creaciones piratas son los cambios de letra, la mezcla de artículos y secciones, si es que se trata de una tienda online, o los textos que al leerlos resultan algo extraños. Con frecuencia, las webs fraudulentas son extranjeras y para su creación se usan traducciones automáticas que siempre contienen algún error gramatical.
Asimismo, otra acción que es posible realizar para garantizar la protección de los datos personales es buscar las secciones habituales que toda página debe tener. Las páginas web legales siempre cuentan con apartados como «Quiénes somos», «Aviso legal», «Política de privacidad» y otros más. En cambio, en las páginas web piratas estas secciones o suelen faltar o pueden contener errores visibles.
Las páginas web falsas suponen un riesgo para las personas porque, a través de estas, un usuario puede ser despojado de sus datos personales, sus contraseñas, el número de su tarjeta de crédito o débito, el número de su teléfono móvil, su correo electrónico y la dirección de sus cuentas en redes sociales.
Cada uno de estos datos supone un riesgo distinto. Otro consejo que presentan los especialistas de la informática es no responder un mensaje, vía correo electrónico, mensaje de texto, WhatsApp o por otra vía que suponga el envío de datos personales. Ni las entidades oficiales ni los bancos piden este tipo de datos de esta forma.
Siguiendo los consejos de un grupo de profesionales en protección de datos personales como los que integran DATCON NORTE, es posible navegar por internet de manera segura, evadiendo los riesgos de las páginas fraudulentas.
