RobynGoods es un nombre que empieza a sonar con fuerza en el ámbito empresarial. Esta plataforma de comercio electrónico irrumpe con un carismático nombre, un homenaje de sus promotores al héroe de Sherwood. Un personaje al que idolatran por su legendario afán de ayudar a las causas menos favorecidas.
Por ello, todo el universo iconográfico de RobynGoods se inspira en la leyenda de Robin de los Bosques. Toda su web se envuelve en tintes de cómic. No obstante, esto es solo una pincelada, ya que lo que hace que este e-commerce sea único en su especie es su ADN solidario. La fórmula siempre ha estado ahí, solo faltaba el carisma y el riesgo para poner un proyecto de esta magnitud en marcha. Y llegaron ellos. Detrás de esta innovadora compañía, dos jóvenes, un canario y una alemana de corazón isleño con las ideas muy claras para ayudar a los demás y dotados de ese carisma que hace que algunos mortales brillen.
A caballo entre el amor por los números y en hacer el bien, y con posibilidades para poner en marcha todo el engranaje, nace RobynGoods, un proyecto al que en su camino se ha sumado la colaboración de amigos y, así, una cadena infinita de buen feeling para hacerlo crecer y, sobre todo, la dedicación al cien por cien de sus artífices. A día de hoy, la iniciativa cobra dimensión, ya que más de ciento cincuenta figuras del deporte, la música, el humor y la cultura, rostros muy reconocidos, se han unido altruistamente a la filosofía de RobynGoods. Una iniciativa que no solo convence por su originalidad, significado, sino por la profesionalidad del equipo de trabajo que lo integra y de quienes lo apoyan. Un proyecto que guarda en la chistera muchas novedades. El futuro pinta bien.
Como explica uno de sus CEO, esta estructura empresarial se sostiene cuando el objetivo empresarial no es la cuenta de ganancias. “Es darle una vuelta de calcetín”, apunta. Además, para entender la filosofía de esta plataforma, señala que hay que desechar la idea de que la compañía pretenda ser una multinacional en el mundo online. “RobynGoods es algo único y nuevo, y lo nuevo cuesta entenderlo, porque no tiene referente alguno; la compresión y la confianza hace el camino”, puntualiza.
Solo desea que la empresa se haga inmensa para llegar a muchas personas con limitados recursos y que estas, conscientemente, al adquirir cualquiera de sus productos, donen a las organizaciones. “En la plataforma, los precios son muy competitivos. Cada vez nuestro escaparate es mayor y aspiramos a que crezca aún más. El usuario debe saber que la donación no se carga sobre el precio y que en su estructura comercial no existen los intermediarios”, recalca.
En RobynGoods el bucle de la solidaridad se retroalimenta. El CEO señala que cuando en petit comité o en alguna conferencia o charla tanto él como alguno de sus colaboradores explican que se dona el 75 ciento del beneficio, “nos miran incrédulos, pero verifican esta realidad en la web y aún se pellizcan”, describe. El valor añadido se multiplica más aún cuando se puntualiza que cada persona selecciona el destino de su donación. “Así, todos nuestros usuarios, los robynians, saben en qué proyecto han puesto su granito de arena”, concreta. Cuando conocen la singular filosofía de esta plataforma, y sus fines, se plantean por qué comprar en otro lugar, “si este es la bomba”.