Un estudio publicado en la revista Journal of Cosmetic and Laser Therapy en 2021 evidencia que ya es posible adelgazar sin dieta y ponerse en forma sin tanto esfuerzo como hasta ahora. Una tecnología española ha demostrado que se puede reducir hasta casi tres tallas en un mes, sin hacer dieta ni ejercicio, sometiendo el cuerpo a unas sesiones con este dispositivo. El estudio se ha realizado en 15 mujeres con una media de 44 años. Los resultados muestran que las pacientes que se sometieron al estudio redujeron entre 4 y 7 cm de vientre en un mes y la media de la reducción fue de 4,17 cm. Estos efectos se consiguieron sin hacer dieta ni ejercicio y fueron estadísticamente significativos.
Si bien es cierto que la dieta y ejercicio son elementos muy importantes para mejorar la salud y la calidad de vida, muchas personas tienen dificultad para integrarlos en su día a día por diferentes motivos. Ya sea por los horarios de trabajo, cargas familiares o, simplemente, falta de energía al acabar la jornada, muchas personas no encuentran motivación en practicar deporte. Saber que existe ya una tecnología que dé el primer paso para estimular la motivación, es un aliciente en estos momentos posnavideños, cuando se ha ganado algún kilo de más tras las reuniones familiares.
El estudio también detalla que los resultados se hacen incluso más potentes cuando se combina la aplicación de esta tecnología con una dieta correcta y un ejercicio continuado. La motivación que se logra cuando se ven resultados en un mes impulsa a las personas a adoptar una mejor higiene de vida y a impulsar el bienestar gracias a este impulso inicial. Por esto, saber que existen medios para mejorar la salud y estética de forma más sencilla es una buena noticia que ayuda a dar el primer paso. Conjuntamente con la mejora en la imagen corporal, los sujetos a estudio disminuyeron un 17 % los niveles de triglicéridos en sangre, es decir, la grasa mala, y un 11 % el tejido adiposo subcutáneo. Además, también redujeron casi un 3 % su peso corporal.
El tratamiento consiste en tumbarse en una camilla donde se aplican unos accesorios sobre el área del abdomen durante 15 minutos. El paciente solo siente una sensación agradable de calor profundo, que inicia un proceso de activación metabólica por el que las grasas se combustionan más rápidamente. A continuación, un operador realiza un masaje con dos manípulos en todo el área del abdomen, introduciendo este mismo tipo de energía. Para finalizar la terapia, se realiza un drenaje linfático con el mismo dispositivo durante 30 minutos más. La sesión concluye en 50 minutos. Durante el estudio, se realizaron 10 sesiones en el transcurso de un mes.
La tecnología con la que se realizó este estudio es el modelo de cuatro canales C400, de la empresa Capenergy Medical, una compañía que fabrica equipos médicos y realiza investigación en el ramo de la estética y de la salud.