Son ya 21 años desde el inicio en la profesión de Pedro José Pérez González. Este piercer, que posteriormente en 2008 se convertiría en un empresario ejemplar dentro del sector, se prepara de cara al futuro de Pxa Body Art.
Hemos visto tiendas que se convierten en franquicias o grandes tatuadores que se animan a abrir tiendas en otros países. ¿Tienes previsto seguir este camino?
En mi tienda hay 6 cabinas, pueden tatuar 6 personas y, en cambio, estamos 3 mánagers para gestionar el negocio, dedicamos horas a perfeccionar nuestra imagen, intentar dar el mejor servicio, gestionar las redes y siempre falta algo por hacer. Veo mi tienda al 70 % de cómo me gustaría, si abriese más, descuidaría esta, las horas del día no dan para más, es preferible hacer una cosa bien que 5 a medias, soy muy controlador y sé que podría ganar más dinero, pero bajando la calidad, por tanto, me niego.
No obstante, hemos visto que fuera de España tienes colaboraciones, ¿cómo lo gestionas?
Soy copropietario de un estudio en Estocolmo y luego tengo colaboraciones con estudios de Hollywood, Brooklyn, Edimburgo, Suiza y Estocolmo. Intento seleccionar los mejores estudios de cada país, donde conozco a los propietarios, su forma de trabajar y profesionalidad y, por tanto, hacer una fusión con mi marca. Que mis tatuadores puedan ir allí hace que mi marca crezca en estudios de prestigio que no necesitan que yo esté allí físicamente para seguir haciendo bien las cosas. Los tatuadores se darán a conocer en otros países y los estudios tendrán la garantía de que contarán con un buen equipo de tatuadores que he ido seleccionando a lo largo de 13 años.
¿Cuáles son los cambios más recientes que has incorporado a tu estudio?
Devolver a los clientes una parte de lo que me dan, el trabajo vale lo que vale, intentamos justificarlo, pero luego el error que muchos comenten es no reinvertir en su negocio, en devolver una parte a sus clientes. Nosotros, aparte de reformar prácticamente todas nuestras instalaciones, hemos incorporado muchos cambios y mejorías que le hacen tener una mejor experiencia: las cabinas están adaptadas con TV, películas a la carta, auriculares Beats de Apple, Mac con Internet, altavoces inalámbricos Bose, café Starbucks, aguas Fontecelta, bebida Rockstar, cervezas Founders o Nómada, trufas belgas Legendary hechas a mano, alojamiento y traslados a aeropuertos de clientes que vengan de fuera de Galicia y todo de forma gratuita. Por otro lado, los miembros VIP disponen de champagne Moet o Bollinger servido en copas de Versace y con maridaje de un bombón especial para champagne de Neuhaus, el creador del praliné; el café «difference coffee» premiado al mejor del mundo, servido con una lámina de oro y en taza de Versace; bombones Ekhi Gold cubiertos con oro de 22,5 quilates… Intentamos que el servicio sea una experiencia única.
Después de tantos años, ¿qué motivación encuentras en tu día a día?
Superar al yo del año pasado, ver que puedo ofrecer más, que no me acomodo y, sobre todo, intentar agradecer a cada cliente que teniendo mil sitios donde elegir decide tatuarse con nosotros, hacerse algo de por vida. Es una gran responsabilidad.