España atraviesa un momento de expansión del mercado inmobiliario. Según ha informado el INE (Instituto Nacional de Estadística), en el último año, se efectuaron cerca de medio millón de operaciones.
Además, en varios de los últimos meses las ventas de propiedades han sido más de 50.000. Por otra parte, factores como la guerra entre Rusia y Ucrania y la inflación a nivel global han convertido a la inversión inmobiliaria en un refugio de valor.
A continuación, se expone la mirada de un especialista como Enric Jiménez Gragera, CEO de Property Buyers, sobre las particularidades que atraviesan al mercado inmobiliario en el presente.
¿Cómo interpretan este momento del mercado?
El mercado inmobiliario es cíclico. Tenemos datos desde 1975. Los ciclos iniciales eran de 7 años y, ahora, por los diferentes acontecimientos, se van acortando o alargando según buenas o menos buenas noticias, como por ejemplo, la crisis de 2007-2014, el COVID-19 y actualmente la guerra. Estamos en un momento dulce que, a partir de septiembre, puede verse afectado por las subidas de tipos de interés y por el alargamiento de la guerra. Esto son buenas noticias para compradores, inversores u oportunistas y no tan buenas para los que tienen un activo inmobiliario para vender.
¿Es solo un rebote tras el parón económico ocasionado por la pandemia o hay otras razones de fondo para explicar este fenómeno?
El fenómeno al alza de compras se debe a varios motivos, uno de ellos es el efecto rebote que ha traído la pandemia. La falta de compraventas en el periodo ha hecho aumentar las mismas en los meses posteriores. Además, han salido al mercado una serie de ahorradores que debido al COVID-19 no han viajado ni gastado. Estos agentes han puesto sus ahorros en vivienda para alquilar y finalmente el ciclo, que ha coincidido con los mejores tipos de interés de la historia de este país, ha animado a muchos compradores a que sea su momento.
Varios de los datos actuales del mercado inmobiliario equiparan o superan a lo que hoy se denomina como la «burbuja de 2008». ¿Podríamos estar ante una situación similar o el panorama es diferente?
El panorama es muy diferente. El motivo principal es el apalancamiento de las familias o inversores, que es equilibrado y proporcional, no como cuando en 2008 se compraban viviendas al 100% de financiación más los gastos de la operación y algún capricho de más, como viajes o coche. Además, la demanda de vivienda sigue creciendo por un tema poblacional y se hace mucha menos obra nueva. Por lo tanto, al haber menos oferta, la demanda se anima.
Según su análisis, ¿Es posible predecir cuáles son los límites de esta fase de expansión del mercado inmobiliario?
Como comentaba anteriormente, parece que los ciclos van a ir muy ligados a acontecimientos. La vivienda es una primera necesidad y la gente se casa, se separa, crece en familia, invierte o lamentablemente se muere. El medio millón de viviendas es algo que de media se va a mantener los próximos años en nuestro país. Insisto que este se mantendrá si algún acontecimiento relevante no lo impide.
Según distintos analistas, la guerra en Ucrania alimentó la inflación a nivel global y añadió volatilidad e incertidumbre a la economía. En este contexto, más personas e inversores buscan un refugio de valor en las propiedades. ¿Esto es así?
Sí. Indiscutiblemente, el sector es tangible, y desde que se tienen datos siempre al alza, el resto de inversiones son, además de intangibles, más volátiles y con la posibilidad de perderlo todo. Una inversión de un activo inmobiliario siempre tendrá un valor.
¿Qué le aconsejaría a un propietario que tiene un inmueble más allá de su vivienda principal? ¿Es un buen momento para vender?
Lo que tenemos muy claro que es un buen momento (a partir de septiembre) para comprar, ya que la incertidumbre del resto de los mercados harán que la inversión sea un valor refugio para los próximos años.
Por otro lado, ¿Qué consejos están dando a los clientes que acuden a Personal Buyers en busca de una vivienda? ¿Es conveniente recurrir al mercado de segunda mano o es preferible esperar a una buena oportunidad de obra nueva?
Por nuestra experiencia, la mayoría se está decantando por segunda mano por diferentes motivos que pesan en la toma de decisión: la segunda mano se puede negociar y si es para reformar lo puedes hacer a tu gusto. La segunda mano puede estar situada en el barrio o los barrios que más se ajustan a los requisitos, cuando la obra nueva suele estar por localizaciones en extrarradios por su complejidad de construir en centros urbanos.
Por último, es algo más económica (tanto en compra final como en impuestos) la segunda mano que la obra nueva. Según Enric Jiménez Gragera, CEO de Property Buyers, el mercado y la inversión inmobiliaria atraviesan un período de relativa solidez y el crecimiento se mantendrá, siempre y cuando no se produzca algún acontecimiento extraordinario. Al mismo tiempo, se trata de un momento que ofrece buenas condiciones para los compradores, especialmente para aquellos que buscan en el mercado de segunda mano.