Teniendo en cuenta las diferentes crisis económicas a las que está expuesto el sistema económico europeo, tanto particulares como dueños de patrimonio empresarial, están expuestos a la posibilidad de no poder saldar una deuda. Ante esta situación tan delicada, surge la duda de si existe la prisión por deudas.
Al respecto, el despacho jurídico especializado en la gestión de deudas y aplicación de la ley de segunda oportunidad, Quita Deudas, explica lo que ocurre si una persona no puede o se niega a pagar sus deudas.
¿Se puede ir a la prisión por deudas?
Cuando una persona tiene grandes deudas, los acreedores comienzan a acosarlo para buscar la manera de que cancele sus impagos, pero si los problemas económicos sobrepasan la posibilidad de cumplir las cuotas, el solicitante puede adentrarse en un proceso legal, para ordenar el pago. En cualquier caso, lo que se recomienda cuando un deudor no puede cubrir el abono de su endeudamiento es contar con asesoramiento para resolver el problema de manera legal.
Con relación a este interrogante, una persona no puede ir a la cárcel directamente por no poder pagar una deuda alta, puesto que el sistema ofrece diferentes oportunidades para replantear las cuotas y ayudarle a mejorar su situación económica. Vale decir que se refiere solo a la deuda en sí, no a fraude o estafas relacionadas con esta, puesto que, de encontrar evidencias, la ley tiene sus propias especificaciones, con consecuencias judiciales.
Es importante señalar que existen casos extremos, cuando el deudor decide ignorar las peticiones del solicitante, que pueden iniciar un proceso legal en su contra y terminar en prisión. Principalmente, cuando el deudor cuenta con las capacidades económicas para saldar la deuda y decide no hacerlo, también, si tiene un proceso judicial abierto, con respecto a sus deudas y no asiste al juzgado cuando se le solicita.
Replantear deudas de manera legal
Actualmente, el proceso para resolver problemas con relación a los impagados, es mucho más sencillo. En primer lugar, el deudor se debe poner en contacto con un despecho especializado en la ley de segunda oportunidad, como Quita Deudas, quienes ofrecen diferentes opciones ajustadas a la vía legal, para ayudar a reducir esta problemática.
Si resulta imposible cancelarla, se debe facilitar la información oficial que solicitan los abogados. A continuación se asigna un notario, así como un mediador que se encargue de definir las posibilidades para crear un nuevo plan de pago. Adentrándose al proceso judicial, se presenta esta planificación, se adjudica un administrador concursal que, posteriormente, hará la solicitud al juez para cancelar, con respecto a los parámetros legales.