Goldman Sachs intenta responder cada año a través de una actualización de su influyente informe Music In The Air, a la gran pregunta por parte de muchos agentes en relación a las posibilidades de inversión en el mercado musical.
La actualización de 62 páginas de este año, llega posiblemente junto con una cierta sensación de nerviosismo para aquellos inversores que acumularon miles de millones de dólares en adquisiciones de catálogos de música durante los últimos 18 meses.
¿Podría Goldman Sachs reducir su previsión de ingresos de la industria musical en los próximos años?
¿Podrían los vientos en contra macroeconómicos actuales hacer caer las proyecciones futuras de Goldman sobre el valor de los catálogos de música de primera?
Las últimas proyecciones de Goldman Sachs están (casi) completas, lo que sugiere que la industria de los derechos musicales crecerá a proporciones épicas durante la próxima década.
Para empezar, Goldman Sachs ahora cree que los ingresos comerciales globales anuales que ingresan a la industria de la música grabada (sellos discográficos, distribuidores y artistas) crecerán hasta los 53,2 mil millones de dólares en 2030.
Eso representa un aumento de 7.500 millones de dólares con respecto a la proyección anterior más reciente de Goldman (45.700 millones). También es más del doble del tamaño de los ingresos mundiales del sector el año pasado, unos 25,9 mil millones según datos de la IFPI (Federación Internacional de la Industria Fonográfica).
Goldman dice que este aumento en su proyección se debe en gran medida a «transmisiones financiadas con publicidad, así como menores caídas en las ventas físicas».
El conocido grupo líder en banca de inversión también elevó su pronóstico para la industria editorial mundial de música .
Anteriormente, Goldman Sachs sugería que los ingresos comerciales anuales en la edición de música alcanzarían los 10.600 millones en 2030, y este reciente informe está aumentando esa proyección en mil millones de dólares, hasta los 11,6 mil millones.
Este aumento en los ingresos de publicación previstos, según el informe de la compañía en Music In The Air, se debe a mayores ingresos proyectados por concepto de streaming, venta de formatos físicos y en rendimientos de la actividad.
Por otra parte, Goldman ahora sugiere que los ingresos globales de transmisión de música (sobre una base minorista/bruta) alcanzarán los 89,3 mil millones en 2030 con las suscripciones por streaming contribuyendo con 55,6 mil millones y el streaming financiado con publicidad contribuyendo con 33,7 mil millones.
Todos estos números han aumentado en comparación con las estimaciones anteriores del mismo informe.
Las proyecciones de música en directo, que cubren las ventas globales de entradas y patrocinios, se mantienen igual para 2030 según este estudio. La cifra que esbozan es de 38,3 mil millones.
Sin embargo, Goldman Sachs ha reducido ligeramente sus expectativas para el volumen total de suscriptores de streaming de música de pago en todo el mundo.
La firma pronosticó previamente que, para 2030, habría 1277 millones de suscriptores de transmisión de música de pago en todo el mundo, y ahora se ha reducido a 1260 millones.
A pesar de esta circunstancia, la compañía sigue creyendo, a día de hoy, que es posible alcanzar tales cifras con menos suscriptores de streaming con planes de pago. Music In The Air, edición 2022, se publica en medio de preocupaciones generalizadas sobre los aumentos de precios al consumidor, el aumento de las tasas de interés y un mercado de valores en caída libre.
Este análisis muestra que la música sigue siendo una de las formas de entretenimiento menos monetizadas, con un gasto todavía un 40% por debajo de su máximo histórico, mientras que el consumo sigue creciendo año tras año.
Si bien el modelo tradicional de suscripción continúa dominando gran parte del crecimiento en la industria de la música, es muy posible que los avances en tecnología y la mayor digitalización de las industrias aumentarán aún más la omnipresencia de la música y crearán nuevas oportunidades de negocio.