La petrolera YPF cumple este 3 de junio 100 años desde su fundación, cuando el entonces presidente de Argentina, Hipólito Yrigoyen, firmó el decreto para la constitución de Yacimientos Petrolíferos Fiscales.
A lo largo de estos 100 años han ocurrido diferentes episodios que han marcado la historia de una de las empresas petrolíferas más importantes del país suramericano.
La empresa es la más grande del país en términos de ingresos y es el principal ‘player’ en la industria argentina de petróleo y gas, ya que no solo produce petróleo, gas y energía eléctrica, sino que también se encarga de su industrialización, refino, transporte y comercialización.
Al margen de su peso en la economía argentina, la historia de YPF ha estado muy marcada por episodios más asociados al espectro político que al económico.
En la década de 1990, el Gobierno de Carlos Saúl Ménem decidió privatizar la petrolera, para quedar en 1999 bajo el control de Repsol. Sin embargo, en 2012 esta historia se daría la vuelta, cuando el Ejecutivo de Cristina Fernández de Kirchner decidió expropiar el 51% que la española mantenía en YPF.
La estructura dibujada tras estos hechos se mantiene en la actualidad, de modo que el Gobierno argentino es accionista mayoritario de la petrolera y el restante 49% cotiza en las Bolsas de Nueva York y Buenos Aires.
No obstante, un episodio de importante relevancia ocurriría en fechas cercanas a la expropiación: el descubrimiento de Vaca Muerta, que en la actualidad es uno de los mayores yacimientos de ‘shale’ gas del mundo.
VACA MUERTA PODRÍA COMPETIR CON AUSTRALIA Y QATAR EN EL MERCADO DE GNL
Vaca Muerta supone en la actualidad el 39% de la producción del petróleo del país y el 52% del gas, según datos de la Secretaría de Energía de Argentina.
Según un informe publicado recientemente por S&P Global Ratings, el yacimiento podría ayudar a casi duplicar la producción de Argentina, hasta un millón de barriles diarios para 2026, de manera que las exportaciones superarían los 500.000 barriles diarios para esta fecha, frente a los menos de 100.000 actuales.
Al mismo tiempo, este yacimiento de la Patagonia argentina podría convertirse en un importante ‘player’ en el rediseño del suministro energético mundial impulsado por la guerra en Ucrania. La producción de gas de Vaca Muerta ronda en la actualidad los 130 millones metros cúbicos, una cantidad que podría aumentar hasta convertir a Argentina «en un rival de Australia y Qatar en el mercado de GNL», teniendo en cuenta que la demanda de gas está creciendo como consecuencia de la transición energética.
No obstante, la agencia de rating advierte de que todas estas proyecciones se enfrentan a un gran escollo, que es la propia economía argentina.
«Puede que la geología de Vaca Muerta sea estupenda, pero las condiciones para hacer negocios en Argentina están muy lejos de eso», apunta el documento, que no obstante reconoce algunos tímidos avances en este aspecto, como el nuevo programa acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que incluye varios objetivos fiscales y monetarios que deberían ayudar a estabilizar la economía.
A esto se suma los controles de capital y cambiarios diseñados por el Gobierno para limitar la fuga de dólares del país. El informe de S&P indica que las empresas pueden ingresar dinero en Argentina, pero no pueden sacarlo en su totalidad.