La red ferroviaria española sigue siendo una de las más infrautilizadas de Europa, al obtener un índice de intensidad de uso de 35,2 puntos, frente a los 54 puntos de la media europea o los 78 de Alemania, país que utiliza su red de transporte ferroviario más del doble de lo que lo hace España.
Según el último de informe de supervisión del mercado de transporte ferroviario de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), la intensidad de uso de la red en España incluso descendió en 2019 respecto al año anterior en una décima.
Esta intensidad es la relación que existe entre la actividad anual medida en los kilómetros recorridos cada día por los trenes españoles en comparación con la longitud total de la red nacional, es decir, el grado de utilización de la red.
Se prevé que este año esta situación comience a revertirse con la liberalización de la Alta Velocidad el pasado mes de diciembre y que se traducirá a partir de mayo en la entrada de nuevos operadores en los principales corredores, ahora en uso exclusivo de los AVE de Renfe, empresa pública que en junio lanzará su propio tren ‘low cost’, Avlo, para rivalizar con el primer servicio privado, el de Ouigo.
En total, a finales de 2019 había en España 15.358 kilómetros de vías ferroviarias –34 kilómetros más un año atrás–, de los que el 73% son utilizados tanto para transportar viajeros como mercancías. Asimismo, un 18% de la red española pertenece a vías de alta velocidad, en concreto, 2.760 kilómetros. La mitad de toda la actividad que se desarrolla en la red española de vías se concentra en tres corredores, los que transcurren de Madrid a Barcelona, a Valencia y a Irún.
De esta forma, la suma de los servicios de mercancías y de viajeros arroja una ratio de intensidad de uso de 35,2 puntos, casi 19 puntos menos que la media europea. En Países Bajos o Reino Unido, este uso de la red llega hasta los 146 puntos y los 96 puntos, respectivamente. En Alemania, asciende a los 78 puntos; en Italia, a los 55 puntos, y en Francia, a los 43 puntos. De todos ellos, solo Francia y España bajaron la intensidad en 2019.
RECORTE EN LA INVERSIÓN
El informe de la CNMC también concluye que el número de pasajeros de tren apenas creció un 0,7% y alcanzó los 511 millones de personas durante 2019, siendo el trayecto entre Madrid y Barcelona el más demandado, con casi 4,5 millones de viajeros.
El uso de la red ferroviaria generó a Adif y Adif Alta Velocidad unos ingresos de 1.275 millones de euros, un 4% más que en 2018. Tras varios ejercicios de crecimiento, los gestores redujeron sus inversiones en nuevas infraestructuras un 6,5%, destinando 1.141 millones, frente a los 1.220 millones de 2018.
Los servicios comerciales generaron unos ingresos de 1.503 millones de euros en 2019 y desplazaron un total de 34,5 millones de personas, dos de cada tres en Alta Velocidad. Los servicios de larga distancia convencional desplazaron un total de 12,1 millones de viajeros, el 35,2% del total.
Por su parte, los servicios sujetos a obligaciones de servicio público (OSP) representaron el 37,2% del total de los kilómetros recorridos por viajeros, de los que los servicios de cercanías representaron el 87%, mientras que la media distancia absorbió el 7%.
En términos de ingresos, los servicios OSP superaron a los servicios comerciales, con algo más de 2.002 millones de euros, de los que el 39,8% tuvieron su origen en la venta de billetes.