DEL MORAL ARQUITECTOS, compromiso, claridad y equilibrio

Por Remitido

Todo estudio de arquitectura debe tener una seña de identidad, un sello propio y estilo que los haga diferenciarse del resto y ser reconocido por su trabajo entre la competencia. DEL MORAL ARQUITECTOS, con más de 35 años de trayectoria, tiene una carta de presentación que representa la experiencia acumulada y la profesionalidad.

Raúl Del Moral y Laura Del Moral, arquitectos titulares del despacho, detallan como ha sido la evolución de su firma y como visualizan ellos el concepto de la arquitectura. 

P. ¿Cuál es su trayectoria profesional?

R. Contamos con más de 35 años de experiencia en el ejercicio liberal de la profesión y 2 generaciones de arquitectos, junto a un equipo multidisciplinar integrado también por otros arquitectos, ingenieros, aparejadores y abogado urbanista. Nuestra carta de presentación incluye 3000 viviendas construidas y 500 proyectos que abarcan la práctica total de usos, programas y tipologías posibles, tanto para clientes privados como para la Administración.

P. ¿Qué servicios profesionales prestan?

R. Ofrecemos arquitectura de calidad, soluciones eficaces, y toda la gestión gratuita del proyecto y la obra. Facilitamos, por supuesto, el desarrollo integral de todas las necesidades del cliente, controlando cada proyecto desde el punto de vista de la inversión y ofreciendo soluciones rentables e innovadoras. Nuestra actividad proyectual está muy diversificada, englobando proyectos y direcciones de obra nueva y de rehabilitación, en todas sus tipologías y usos, ya sean residenciales, libres o protegidos, terciarios, dotacionales, religiosos, industriales, etc., así como la totalidad de la redacción del planeamiento urbanístico necesario y el desarrollo del mismo. En definitiva, lo que técnicamente se conoce con el neologismo Project & Construction Management.

P. ¿Cómo definirían su arquitectura?

R. Es compromiso. También claridad y limpieza de ideas. Y, por supuesto, equilibrio. Compromiso de fidelización del cliente, porque se requiere la adecuación de los programas de necesidades a su propio entorno y singularidad. Claridad y limpieza de ideas porque la definición conceptual inicial marca desde su origen todo el devenir del proyecto. Y equilibrio entre la forma y la función, porque no se oponen sino que se complementan, y precisan armonía entre ambas. Sería un error proyectar contenedores formales muy atractivos que no fuesen capaces de cumplir la función para la cual se crearon. A la inversa, la funcionalidad rigurosa, sin atender a la estética, tampoco sería de recibo. En otro orden de cosas, tenemos gran interés en el patrimonio histórico y somos muy respetuosos con el entorno de nuestras obras. Voluntariamente, huimos de determinadas especializaciones, al entender la arquitectura desde un punto de vista globalizador, ya que la diversificación de nuestra actividad es la verdaderamente enriquecedora.