Tal como constata el portal periodístico Spanish Revolution, hay uno de los empresarios más famosos y ricos del mundo del sector de la automoción con una fortuna de más de 200.000 millones de dólares, que se posiciona como uno de los personajes más influyentes, pero que, sin embargo, también tiene un lado un poco menos amigable o filantrópico.
De hecho, su iniciativa por un planeta más verde, se ha convertido en una especie de paradoja, que, por un lado, busca promover la evolución de la energía renovable y sostenible, mientras que promueve la explotación de empleados y niños africanos, quienes trabajan en condiciones inhumanas.
Un héroe con rostro oculto
Conocido por estar entre los primeros lugares de las personas más multimillonarias del planeta, y por ser el fundador de una de las fábricas de vehículos eléctricos de alto rendimiento, este empresario también ha sido reconocido por un lado más discreto, parecido más bien a un antihéroe. Durante muchos años, se ha dedicado a promover el uso de energía sostenible, reduciendo las emisiones de CO₂ a la atmósfera, por medio de sus vehículos eléctricos. Lo irónico, o más bien paradójico de todo esto, es que el multimillonario también ha sido señalado como responsable por la muerte de niños en África y racismo dentro de su fábrica.
Los rumores se hicieron reales cuando en 2019, varias familias de la República Democrática del Congo formularon una demanda colectiva contra este empresario, por la muerte de niños en las minas de cobalto, extrayendo el mineral para abastecer la fábrica de baterías para sus coches eléctricos. Por otro lado, las polémicas también se han levantado respecto a sus empleados. De hecho, se ha hablado de jornadas laborales de más de 80 horas, segregación racial y persecución a trabajadores que buscan formar sindicatos, resultando en despidos masivos.
El fin justifica los medios
No cabe duda de que el alcance que ha tenido esta fábrica de vehículos eléctricos ha sido arrasador, y ha significado un avance importante en la lucha contra el cambio climático a nivel mundial, para dar el salto hacia la energía renovable, dejando atrás los combustibles fósiles. Sin embargo, después de conocer el lado oculto del rostro del multimillonario, vale preguntares si es que para él y otros magnates mundiales, el fin justifica los medios. De ser así, el mundo tendría que valorar el precio que muchos están teniendo que pagar para que industrias de este tipo se mantengan en la cúspide del mercado.
Reflexionar acerca de si es necesario pagar un precio tan alto es una forma de ver el mundo desde una perspectiva más amplia, considerando a aquellas personas que funcionan como si fueran engranajes en una vasta maquinaria que sustenta a una industria y a una persona.