Las personas que alcanzan el éxito en el mundo empresarial se caracterizan por su capacidad para adaptarse al desarrollo de distintos proyectos sin renunciar a su convicción.
Uno de los ejemplos más claros sobre la importancia de la formación combinada con la adaptación a distintos escenarios es el de Ignacio Esquer de Oñate, un profesional de gran trayectoria profesional que ha dedicado casi toda su vida al mundo empresarial. Nacido el 9 de septiembre de 1945 en España, tiene una Licenciatura en Derecho y varios diplomas en disciplinas relacionadas con la gestión de una empresa.
Si bien sus primeros pasos en el ejercicio profesional se relacionan al derecho privado, en 1969, Ignacio Esquer de Oñate llegó a ser jefe de la Asesoría Jurídica de las empresas norteamericanas Procospain, S.A. y Procon Ibérica. Cuatro años después, trabaja en la constitución de la Empresa Nacional de Fertilizantes, S.A. (ENFERSA), donde llegó a desempeñar el cargo de secretario general y secretario del Consejo de Administración.
Posteriormente, llegó a la Dirección de la Asesoría Jurídica de FESA – ENFERSA, una unión entre 5 empresas distintas que pertenecían a varios sectores de la industria. Cuando en julio de 1992, las empresas se declararon en suspensión de pagos, Ignacio desempeñó cargos dentro de las funciones jurídicas propias de este procedimiento, saliendo fortalecidos un año después con la aprobación de créditos participativos.
Para 1993, se funda la sociedad Fertiberia, S.L., que sería encargada por el gobierno a la firma norteamericana Freeport Macmoran, para después pasar a ser parte del grupo Villar Mir, en abril de 1995.
La experiencia obtenida durante casi 2 décadas, ha llevado en la actualidad a que Ignacio ocupe el cargo de apoderado solidario en Fertiberia, una empresa con ventas consolidadas cercanas a los 670.000.000 €.
Una de las principales cualidades de Ignacio Esquer de Oñate es su dominio del idioma inglés y la capacidad que tiene para hablar en francés, una ventaja para realizar negocios con otros empresarios. Su aprendizaje de varios idiomas es un ejemplo de la alta cualificación y responsabilidad del empresario español, dando como resultado un control total en situaciones en las que hizo falta tomar varias decisiones estratégicas.
Como apoderado solidario, Ignacio precisaba únicamente de su firma para realizar una operación, por lo que es importante tener en cuenta una serie de cualidades que lo llevaron hasta ese lugar. Entre ellas, se encuentra el conocimiento empresarial, la capacidad para gestionar conflictos, una visión global de las circunstancias y también una visión a largo plazo para determinar los pros y contras de una decisión.
Desde el inicio de su carrera hasta su jubilación, decretada en septiembre de 2007, Ignacio Esquer de Oñate demostró gran capacidad para desenvolverse en el ámbito empresarial. En ese sentido, el éxito de los procesos que llevó a cabo en cada una de las compañías en las que desempeñó un cargo directivo son un fiel reflejo de aquello.
