Netflix parece arrastrar en su caída a la música en streaming

Por Silvano Rosas

Estos días de abril están siendo para la industria del streaming un auténtico varapalo. Netflix ha desvelado sus datos del primer trimestre del año, los cuales reflejan una pérdida de 200.ooo suscriptores. Esto significa, que más personas se dieron de baja de la plataforma de las que en realidad optaron por afiliarse en estos primeros meses de 2022.

Como resultado, las acciones de Netflix cayeron estrepitosamente un 36% luego del anuncio, generando en consecuencia una ola de pérdidas para Spotify de un 10%.

Aunque muchas voces se lanzaban a pronosticar a principio de 2020 que la pandemia sería la espada que dejaría a la industria del streaming en estado vegetativo, lo cierto es que todas esas predicciones apocalípticas no se cumplieron.

Solamente en Estados Unidos, por poner un ejemplo, los ingresos de la música grabada crecían en 202o un 9,37%. El año pasado tales cifras se disparaban hasta un inesperado, y para muchos críticos aún inexplicable, 23%.

La situación parecía tan encarrilada que Goldman Sachs pronosticaba para finales de 2021 la cantidad de 527 millones de suscriptores a servicios de transmisión de música a nivel mundial. El margen de error de esta agencia para tal predicción fue en verdad, muy poco.

Pero Goldman Sachs también pronosticó que esta cifra crecería en otros 170 millones de nuevos suscriptores para finales de 2023. Y en realidad se duplicaría a más de mil millones para 2030.

Sin embargo, en estos días está surgiendo una nueva amenaza que pone en duda ese tipo de pronóstico optimista para la transmisión de música.

En una carta a sus accionistas emitida hace unos días con los resultados, Netflix destacaba cuatro factores clave que estaban mermando sus opciones de crecimiento en este primer trimestre.

Para resumir, esos cuatro factores incluyeron un par de detalles muy concretos del mercado de transmisión de películas y televisión. La adopción de televisores conectados a ciertos territorios y la creciente competencia que enfrenta por parte de Disney+, Amazon Prime, Hulu y otras plataformas rivales de transmisión de TV.

Pero, hay también en ese informe otros dos factores destacados por Netflix que son definitivamente aplicables al mercado de la música.

El primero de esos factores, es la cantidad de cuentas compartidas por los clientes. Una persona es la que paga su abono mensual, mientras sus amigos o familiares usan esa cuenta en lugar de pagar una suscripción para tener su propio acceso.

Netflix acaba de sugerir que, además de los 222 millones de hogares en todo el mundo que pagan una suscripción, existen además alrededor de 100 millones de domicilios adicionales que se benefician del servicio utilizando cuentas pagadas por otra persona.

La empresa parece estar ya en un estado de absoluta conciencia en la imposibilidad de crecer en ciertos mercados. Tanto es así, que Netflix está lanzando en Chile, Perú y Costa Rica una función llamada «pagar por compartir» en virtud de la cual se alienta a los usuarios a tener más contenidos para ser compartidos con familiares y amigos.

En un reciente estudio de la empresa Kantar Worldpanel realizado en el Reino Unido, los cifras destapan que 1,52 millones de hogares han desestimado continuar con alguna suscripción de servicios de vídeo por motivos económicos en este primer trimestre.

Y aunque el 95% de toda la música creada está en alguna plataforma de transmisión, ciertamente se abre un debate al respecto si esta situación de incertidumbre mundial sigue en la dirección de estos primeros meses.

En otras palabras, los consumidores pueden considerar que una suscripción a Spotify es mucho más esencial para sus vidas que una suscripción a Netflix, porque Spotify ofrece acceso a prácticamente la totalidad del historial de música grabada, en lugar de solo un segmento.

La suscripción promedio de Netflix en EE.UU. es de $15,99  y de Spotify unos $9,99. La música, de momento parece ofrecer más por menos.