En los últimos 20 años, la dermatitis atópica ha doblado su incidencia en los países industrializados, convirtiéndose en una de las causas más comunes de consultas dermatológicas. Generalmente, esta patología es diagnosticada durante la infancia y suele disminuir a medida que pasa el tiempo. Sin embargo, es importante que los niños afectados utilicen los cosméticos adecuados para evitar inconvenientes mayores.
Weleda es una compañía que desarrolla y distribuye cosméticos a base de ingredientes naturales, producidos de manera responsable, humana y ecológica. Su línea para piel atópica incluye productos de higiene y cremas protectoras, con ingredientes que proporcionan a la epidermis el cuidado que necesita.
Una característica de la piel atópica es su sensibilidad ante ciertos ingredientes y formulaciones. Esto hace que sea importante emplear productos cosméticos que refuercen su función protectora y garanticen una acción efectiva y lo más inocua posible.
Este tipo de pieles presentan necesidades diferentes a la de una piel normal, en especial en lo que respecta a la hidratación e higiene. Un requisito indispensable es que las cremas aplicadas no deben contener perfume, debido a que puede causar irritación. Las moléculas de perfume penetran de manera rápida en la piel y, si esta está alterada, provocan la irritación.
También es importante que los productos contengan una alta cantidad de lípidos. Estos son capaces de suavizar, ablandar y aumentar el grado de humedad en la piel, a la vez que cumplen una función protectora. Además, deben contener ingredientes calmantes para evitar el rascado.
La piel atópica suele causar una seria de molestias que pueden ser aliviadas gracias a una adecuada rutina de higiene, hidratación y tratamiento. La línea Weleda para pieles atópicas es una aliada para las pieles de tipo tirante, con problemas de elasticidad y casos de picor o placas. Consiste en una oferta elaborada a base de productos naturales que proporcionan múltiples beneficios.
Las cremas para el cuidado facial y corporal poseen entre sus ingredientes la malva blanca. Esta planta herbácea contiene una alta concentración de mucílago, lo cual confiere a los productos propiedades emolientes, calmantes, protectoras e hidratantes.
Por su parte, los productos de limpieza de esta línea contienen caléndula, una planta empleada frecuentemente en el campo de la dermatología. Sus sustancias activas poseen un poder regenerador que reduce la inflamación y fomenta la formación de tejidos nuevos. Además, contiene flavonoides, carotenos y aceites esenciales que proporcionan protección contra agresiones externas.
El uso de productos adecuados en las pieles atópicas es importante para prevenir que la patología de la piel tenga una progresión y para reducir el impacto de los síntomas.
